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       El 
          Campanillo  | 
  
RENTAS DE LA HERMANDAD SACRAMENTAL A MEDIADOS DEL S XVIII
II. Bienes 
  y Rentas de la Cofradía de San Bartolomé Apostol
  
  José 
  Manuel Navarro Domínguez. Licenciado en Geografía e Historia.
Como señalábamos en el artículo anterior, dedicado a las propiedades de la hermandad Sacramental, en esta segunda entrega del informe analizaremos los bienes y rentas de la cofradía de S. Bartolomé, que en los documentos fiscales de mediados del s. XVIII aparece registrada como una hermandad independiente. De las tres hermandades que estudiaremos es la que mayor número de bienes posee en el término de Mairena y la que mayor volumen de renta obtiene de ellos.
TIERRAS
El concepto por el que la 
  hermandad percibe la mayor parte de sus ingresos son los bienes rústicos. 
  Posee una huerta situada en el pago denominado "Huertas de Abajo", 
  en la vereda de Tejadilla, junto a la huerta de la Hermandad de la Sacramental. 
  De las tres aranzadas de superficie que tiene la huerta, dos de ellas están 
  cultivadas de hortalizas, que se riegan a pie y están cercadas de cañaveral. 
  La tercera aranzada estaba plantada con 333 árboles frutales diversos, 
  15 naranjos, 7 cidros, 25 higueras, 4 olivos, y 1 nogal.
  Además poseía la quinta parte de una huerta, perteneciendo las 
  cuatro partes restantes a la fábrica de la parroquia. Estaba situada 
  en el pago de las "Huertas de Abajo", lindando con la anterior. Tenía 
  1 aranzada y media de tierra de segunda calidad, plantadas de hortalizas y frutales 
  (12 higueras y 56 árboles no especificados), y algunos otros árboles 
  (3 olivos, 2 nogales) dispersos por la huerta.
  Estas dos huertas estaban arrendadas a Bartolomé Vallejo en 450 r. anuales 
  la primera y en 120 r. anuales la segunda, percibiendo la hermandad de esta 
  última sólo 24 r., procedentes de su quinta parte.
  Poseía la hermandad 6 piezas de olivar, que sumaban en total casi cuatro 
  aranzadas, situadas en diversos pagos (Huerta Gerena, Ventosilla, Sonido, Huerta 
  del Francés y Alconchel). Los olivares de Ventosilla y Gerena estaban 
  arrendados a José Jiménez en 39 r. anuales, y los restantes a 
  Antonio de los Reyes por 50 r. anuales. Todos ellos son pequeñas hazas 
  de olivar que apenas alcanzan la aranzada.
  La última de las propiedades rurales de la hermandad es una pieza de 
  tierra calma de 2 aranzadas, sembrada de trigo y cebada situada en el Alconchel 
  que estaba arrendada por 40 reales. Sobre esta parcela de tierra pagaba la hermandad 
  a la fábrica parroquial 6 reales anuales.

BIENES URBANOS
La hermandad poseía también una casa situada en la Callejuela de las Cabras (actual calle Rosario), junto al honor propiedad del Duque de Arcos. Esta casa fue de Manuel Galocha, quien la había abandonado, y en el momento de efectuar el catastro se encontraba cerrada. Sobre la casa estaba cargado un tributo de 33 reales que se pagaba a la hermandad. Dado que no se percibía ningún ingreso por ella, no la contabilizamos en los cálculos que efectuamos.
CENSOS A FAVOR
Percibía la hermandad nada menos que 46 censos a favor de diversos tipos y cargados sobre bienes distintos que se analizan en la siguiente tabla:

Como era habitual en la 
  época la mayor parte de los censos están cargados sobre las casas, 
  aunque los más rentables son los cargados sobre los olivares. Las calles 
  que mayor número de censos presentan son las calles más largas 
  de la población en aquella época, las calles Gandul, Ancha, Mesones 
  y Real que concentraban, por su longitud, buena parte de las casas de la Villa. 
  También tiene la hermandad un buen número de censos a su favor 
  procedente de casas situadas en la zona de expansión de la villa en esa 
  época, como son las calles Arrabal, Trianilla y Cabras. El casco antiguo 
  está representado principalmente por las calles Estanquillo y Coracha 
  que presentan un gran número de casas con censos más por su antigüedad 
  que por su tamaño.
  
  De estos censos la mayor parte los pagan vecinos de la localidad, excepto 3 
  casas que pertenecen a vecinos de Sevilla, y otras tres que pertenecen a capellanías 
  establecidas en la iglesia parroquial: la de Francisco Toribio, la de María 
  Humanes y la de Tomás de Paz y Marina Palacios.
  
  Eran estas capellanías fundaciones piadosas instituidas por los fieles, 
  normalmente en su testamento, con diversos bienes sobre cuya rentas se pagaba 
  una determinada cantidad para mantener un sacerdote (el capellán), que 
  quedaba obligado a efectuar diversos actos de culto especificados en la memoria 
  o documento de institución de la capellanía y, a veces, como en 
  este caso, se dejaba cierta cantidad de dinero a cofradías y otras instituciones 
  piadosas.
La contabilidad de la hermandad 
  se recoge en el siguiente cuadro:
  
| Tierras | Renta | 
| Huertas | 474 | 
| Tierras | 120 | 
| Tributos | 270´5 | 
| Total | 864´5 | 
GRAVAMEN
Resulta curioso constatar como una hermandad, que percibe un elevado número de tributos, paga un único gravamen sobre los bienes que posee. Este gravamen está cargado a beneficio de la fábrica parroquial sobre su parcela de tierra de Alconchel por un importe de 6 r. anuales. Esto deja sus ingresos líquidos en 858 r. 17 m.
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       En un próximo artículo analizaremos los bienes de la Hermandad del Rosario y un análisis comparativo de los bienes de las tres hermandades.  |