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CIEN IMÁGENES PARA UN SIGLO
(Edición Digital)


Manuel Gavira Mateos

CAPÍTULO 2º PLAZA DE LAS FLORES

Sillones de duro hierro,
calientes en verano
y fríos en invierno.

Marcelino Pérez Calvo



Foto nº 10.Miguel Labrador

Sin duda no hay pueblo viejo que no tenga su plaza o mentidero público. A nuestra casi eterna "Plaza de las Flores" está dedicado este capítulo.

Ha sido la Plaza un foro centenario que a lo largo del siglo XX fue quedando drásticamente reducido a centro administrativo y económico de la villa, aunque en los últimos años las modernas necesidades de mayor espacio, tanto para los servicios municipales como para los bancarios, hacen prever que su futuro no esté asegurado ni siquiera como tal núcleo organizativo y financiero.

Lo que sin duda fue perdiendo en el pasado siglo, sobre todo en las últimas décadas, fue su uso como punto de encuentro casi exclusivo de los maireneros, donde jugaban los niños, se oían los coros de las niñas, se divertían los jóvenes, se escuchaba música, se mantenían concurridas tertulias, se acudía en busca de trabajo, o se vivían los momentos religiosos, políticos o festivos más significativos.

 


Pero, estoy seguro que, lo que nadie podrá negarle a la Plaza será su valor testimonial, como invitada callada y apacible, de todos los acontecimientos relevantes e innovaciones tecnológicas que han cambiado la fisonomía de nuestro pueblo a lo largo de los pasados cien años, como fueron entre otros:

* La instalación y puesta en marcha del primer servicio de alumbrado público gracias al contrato suscrito con la Fábrica La Alcoreña, suministradora de electricidad, en el 1.900.

* La jura de Alfonso XIIl en el 1.902: "Se acordó solemnizar el fausto acontecimiento de la jura del Rey, exornando la Casa Capitular con colgaduras e iluminaciones, izando la bandera nacional y exponiendo al público el retrato de S. M., además de repartir una abundante limosna de pan a los pobres en los días de mañana y pasado, consistente en 300 hogazas de pan, cuyo importe se librará con cargo a imprevistos del presupuesto municipal vigente".

* El cableado para los primeros teléfonos, en el 1.915.

* La crisis del ferrocarril, que cruzaba nuestra vega, pues "no pudiendo conseguir la Compañía carbón para la locomotora, a pesar de las infinitas gestiones practicadas, al efecto, se da la lamentable necesidad de suspender el servicio de los trenes por la falta absoluta de carbón ", en el 1.918.

* Los festejos y actos organizados para enaltecer, siendo alcalde Don José Díaz, el feliz término del raid Palos-Buenos Aires por nuestros gloriosos aviadores Franco, Durán, Ruiz de Alda, y Rada en el 1.926, y que "en honor a los mismos se celebre esta noche velada musical en la Plaza Alfonso XII, con iluminación extraordinaria en la fachada de la Casa Ayuntamiento y colgaduras en sus balcones, asistiendo también a la sesión de divulgación cultural que sobre referido viaje se celebra esta noche por los señores Maestros Nacionales del Grupo Escolar".

* La novedad del primer surtidor de gasolina ante la nueva necesidad de los flamantes automóviles, que empezaban a ocupar nuestras calles, en el 1.930.

* La necesidad de construir, en la misma plaza, una marquesina para la parada del autobús, que desde el Viso o Carmona buscaba Alcalá o Sevilla, en el 1.934.

* La inquietud y la preocupación por los sucesos que ensombrecieron nuestra historia a finales de los treinta, seguidos por la audición colectiva de las radios en los bares.

* Los conciertos de la banda municipal en las noches de verano de los años cuarenta.

* La llegada de los primeros televisores, a la Peña Mohara, al Centro de Acción Católica...

* Las fiestas patronales de un pueblo que volvía a latir alegre y satisfecho en los sesenta, después de superados los malos momentos económicos y sociales anteriores.

* Las reuniones flamencas lideradas por Antonio Mairena, Capuleti, Diego la Gloria, Enrique Arias... o las tertulias veraniegas del Bar Cochero o Casa del Libra en los setenta.

* Las maquinaciones políticas y susurros de libertad en los ochenta, que nos llevaron a cotas democráticas y autonómicas desconocidas en nuestro pueblo a lo largo de casi todo el siglo.

* El cambio de los centros de reunión (Bares, peñas, casino... ) por oficinas de entidades financieras y comerciales en los noventa.

Huellas de su pasado histórico quedaron reflejadas, además, en los cambios toponímicos que sufrió: hasta el 1.929 se llamó Plaza de Alfonso XII, en la república de Fernando Coca, después de la guerra de Calvo Sotelo, con la llegada de la democracia, aunque por poco tiempo, tomó su nombre popular, Plaza de las Flores, para en la década de los ochenta pasarse a llamar de Antonio Mairena.

Comenzamos esta sección con una foto de finales del siglo XIX (Número 10), que nos da conocer una plaza rancia y antigua. En ella destaca, a la izquierda, el "Aguaucho", puesto de agua y de bebidas que servía de lugar de reunión para nuestros abuelos. La instalación del quiosco fue autorizada por la corporación municipal en el año 1.898. Decía la petición: "Se dio cuenta de un escrito de Don Felipe Mateos Marín, solicitando autorización para establecer un puesto de refresco al aire libre, en el ángulo izquierdo del paseo de la Plaza de Alfonso XII de esta Villa". Su demolición por razones urbanísticas fue en el 1.924, coincidiendo con una de las reformas arquitectónicas de la Plaza.


Foto nº 11. Francisco Javier Peña

La siguiente fotografía es una imagen de la parte de la Plaza que estaba enfrente del Ayuntamiento en los años treinta.

Todo esta fachada llegó a estar cubierto de bares y lugares de ocio: Del Cochero, Peña Mohara, Bar de José María, Bar de Manuel de Nana, más tarde del Libra...

 

 

 

 

 


Seguimos con una vista de la Plaza tal y como quedó después de las reformas del 25, siendo entonces Alcalde Don José Díaz (número 12)

A continuación, nos tropezamos con unas amigas que han elegido los bancos del arriate de una de las palmeras de la Plaza para guardar, en el tarro de los recuerdos, su apreciada juventud. Corría el año de 1.934 (Número 13).



Foto nº 12. Miguel Labrador



Foto nª 13. Cristina Jiménez Morales

Ahora nos encontramos con nuestros dos últimos párrocos. El más antiguo, Don Enrique Pruqquer, aparece llegando en comitiva al Ayuntamiento en plena posguerra con el Alcalde, Don Juan Manuel Simó, que luce, por cierto, el estricto uniforme de la Falange.

En la otra descubrimos a un joven Don Enrique López que desde el altar del Niño Campanillo, instalado delante de la farola de la Plaza, se dirige a sus parroquianos el día del Corpus. (Número 15).



Foto nº 14. Carmen Almoril

 

 


Foto nº 15. Manuel Guillén



Foto nº 16. Jesús Jiménez Benítez

La siguiente fotografía (Número 16) inmortalizó la clausura de unas misiones, al comienzo de los setenta. A la derecha se puede observar que está montada "la tómbola de Don Enrique", que tan entrañable hacía aquellas navidades.

Oficia la ceremonia el Señor Cardenal Bueno Monreal y presiden la misa las autoridades locales: el Señor Alcalde (Don Agustín Jiménez), el Señor Secretario, el Comandante de Puesto, el Señor Juez de Paz, Concejales de la Corporación, etc...

 

 

 


Ahora presentamos dos singulares imágenes: en la primera apreciamos un grupo de maireneros que se han citado en la misma Plaza, en la puerta de la antigua Casa de Socorro, después Juzgado e incluso Academia de Bachiller, para acudir, de mañana, al mercado ferial. (Número 17).

La segunda nos muestra una visión de plena transición en el entorno de la Plaza. Junto a recientes obras: Casa Cochero, Pisos del Labrador coexisten los arriates del 25 y las fachadas del Casino Central y de la Barbería de Aniceto. (Número 18)


Foto nº 17.
Foto nº 18. Inmaculada Domínguez

De su última gran reforma, a finales de los setenta, es esta foto. En ella vemos una Plaza en pleno cambio. Al fondo, se distingue el añorado Palacio Cinema, aún con la cartelera del día (Número 19). Cerramos este grupo con la imagen más moderna de las expuestas en esta obra. (Número 20). Podemos apreciar en ella un plano general y casi actual de la Plaza.


Foto nº 19. Del autor.
Manuel Gavira Mateos.

Foto nº 20. Del autor. Manuel Gavira Mateos.