El juez cita como imputado al alcalde, acusado de prevaricación en contratos laborales

Informa: Partido Popular de Mairena del Alcor

Junto al alcalde Antonio Casimiro, también son imputados por presunta prevaricación los concejales socialistas Santiago Navarro, Antonio Soria y Manuel Ortega.
El juzgado de Instrucción nº 2 de Carmona ha decidido reabrir el caso de los contratos laborales "a dedo" o "partidistas" realizados en presunto fraude de ley desde finales de los años 90 en el ayuntamiento de Mairena.

De estos contratos se beneficiaron numerosos militantes socialistas y familiares de cargos públicos, llenando al ayuntamiento de personal eventual, arrinconando a los funcionarios de carrera, que han observado desde dentro como se contrataba arbitrariamente en el municipio, y desfavoreciendo a aquellos otros maireneros que aspiraban legítimamente a ocupar esos puestos en base a los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir en un proceso de contratación pública.

El auto fechado el 30 de diciembre destaca que "tras un nuevo y pormenorizado examen de las pruebas hasta ahora practicadas, fundamentalmente, la documentación obrante en los autos y el informe de la Secretaría del Ayuntamiento de Mairena del Alcor", la Justicia "debe reconsiderar la inicial decisión del auto recurrido por el que se declaraba el sobreseimiento provisional de las actuaciones". Debido a esto "hay indicios suficientes de hechos que, de ser ciertos, pudieran ser constitutivos de un delito de prevaricación".

Tras el análisis de expedientes de contratación, se desprende que hay "contrataciones de personal laboral prescindiendo total y absolutamente de procedimiento de selección" y, además, "en algunas ocasiones, de las propuestas elaboradas por los equipos técnicos del Ayuntamiento".

En diciembre de 2009 la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) aprobaba el Código del Buen Gobierno Local, recogiendo los principios de transparencia y ética pública, con el fin de aislar aquellos casos en los que los ciudadanos soportan casos de mala gestión y corrupción, falta de transparencia, connivencia con intereses privados y ausencia de cauces para el control de la oposición, que degradan y perjudican a la democracia y dañan la credibilidad de las instituciones.

Entre los Principios que marcaban dicho Código figuraban el desempeño de las funciones de los electos locales de acuerdo con la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico. Y para ello sus actuaciones deberían regirse por el buen servicio a la ciudadanía, defendiendo los intereses generales con honestidad, objetividad, imparcialidad y cercanía a la ciudadanía, prohibiendo el favoritismo y el ejercicio de autoridad en beneficio de afines. La reapertura por la Justicia del caso de los contratos municipales "a dedo" viene a poner de manifiesto la vulneración de ese Código ético, y sus posibles consecuencias en términos penales.

A esta situación de descrédito ante la opinión pública hemos llegado tras veinte años de gobierno municipal marcados por el abuso de poder y la identificación de una institución pública de todos los maireneros como es el ayuntamiento con los intereses del partido gobernante.

El actual candidato socialista ha acudido presto a los medios de comunicación indicando que "tiene previsto declarar en el juzgado para aclarar el tema". De esta forma evidencia su intención de hacer creer a la opinión pública que acude por voluntad propia mientras que la verdad es que ha sido citado por la justicia mediante un dictamen demoledor en el que el juez ya ha estudiado pruebas concretas y ve claros indicios de delito, tanto de él como de su gabinete.

Gana poca credibilidad Casimiro también cuando dice que "el juez archivó la causa", cuando se trató en realidad de un sobreseimiento provisional, y aún menos confianza incita cuando busca culpables por "judicializar la vida pública", cuando el único y exclusivo culpable ha sido él con sus evidentes acciones partidistas que han llegado incluso a producir que intervenga a la Justicia.
Por todo ello instamos al sentido de la responsabilidad de los muchos socialistas de buena fe que hay en nuestro pueblo para que lleven a cabo la regeneración necesaria para que afrontemos los retos futuros, democráticamente y en noble competencia, en un horizonte despejado de nubarrones judiciales.