(29-junio-2009) El 4 de julio se celebrará el II Día de la Parroquia

Informa: Parroquia Santa María de la Asunción

Todos los cristianos de Mairena del Alcor están invitados a celebrar esta jornada de convivencia que el año pasado ya reunió a más de 500 personas.

La Parroquia de Santa María de la Asunción de Mairena del Alcor vivirá el próximo sábado 4 de julio una jornada especial con la celebración del II Día de la Parroquia, con el que se pretende que todos los católicos de esta localidad festejen un día de convivencia y hermandad.

El evento se iniciará con la celebración de la Santa Misa a las nueve de la tarde en la Iglesia Mayor para, una vez finalizada la Eucaristía, pasar a la Casa-Palacio y celebrar una comida compartida con las aportaciones de alimentos que hagan los propios asistentes.

La invitación a participar en este evento se hace a todas las personas que forman parte de la familia cristiana de nuestra localidad. En la pasada edición, el Día de la Parroquia reunió a más de 500 personas en un ambiente festivo de convivencia y unidad que se vio reforzado por la proyección de un audiovisual en el que se mostraba la labor de todos los grupos parroquiales de la localidad.

En este sentido, se ha puesto de nuevo especial énfasis en la presencia activa de los cerca de treinta grupos, entidades y pastorales que trabajan desde la Parroquia: Cáritas, Llamarada de Fuego, hermandades y agrupaciones parroquiales, catequesis y cursos de formación, visitadoras de enfermos, grupos de limpieza, apostolado de la oración y adoración nocturna, pastorales familiar y juvenil, etc.

La iniciativa surge de un grupo de fieles vinculados a la Parroquia y cuenta con el apoyo de los sacerdotes de la localidad y de los propios grupos y pastorales. Para los organizadores, entre los objetivos de este "Día de la Parroquia" destaca "en primer lugar el de aumentar el sentimiento de comunidad entre todos nosotros, de pueblo que camina unido junto al Señor; en segundo lugar, dar a conocer el trabajo que realizan todos los grupos y entidades parroquiales; y, por último, demostrar que somos una única voz, con diferentes volúmenes, sonidos o tonos, pero que respondemos únicamente al mandato del Señor, que nos ha llamado para ser sus manos y su palabra en nuestro pueblo".