(18-abril-2008) Helados Miquel renueva su imagen creciente

Informa: Chema Cejudo

Renovación de imagen y expansión son dos conceptos empresariales que se realimentan. Por eso, Helados Miquel de Mairena del Alcor, fabricante artesanal desde 1930, acaba de renovar su sello de identidad inmersa en un proceso de apertura de nuevas tiendas al que no escapan las franquicias, entre otros avances.

El negocio lo fundó Primitivo Miquel Bernabéu, un alicantino asentado en el pueblo durante el primer tercio del siglo pasado, poseedor de una exquisita receta heladera y de una técnica elaboradora a base de calidad, que todavía hoy perdura para éxito de esta empresa familiar que va ya por su cuarta generación de gestores. Leche, azúcar y productos naturales caracterizan su fórmula.

La renovada imagen, más funcional y acorde con los tiempos, da relevo a la incorporada en origen por Primitivo para el negocio de fabricación y venta de helados sólo para Mairena en unos momentos en que este consumo era aún minoritario. Las molduras y azulejería que lo identificaban antes ya ni se fabrican, de ahí que la nueva imagen, muy de vanguardia, también ha sustituido el azulejo de las paredes por la madera. En colores, combina el negro con el amarillo, tanto en el logotipo como en la decoración de las tiendas, con las cucharillas de postre con que se comen los helados de reclamo.

Así lucen ya las tres antiguas tiendas que poseían, la mairenera de plaza de las Flores más tres en Islantilla (Huelva), a las que se acaban de incorporar otra más en el pueblo (calle Cervantes), y otra en la avenida de la Buhaira de Sevilla. Todo a la espera de la nueva eclosión que se producirá en breve al abrigo de las franquicias que Helados Miquel negocia estos días.

De este modo, muchos más serán los clientes que accedan a los dulces sabores de la marca, tan esperados desde hace casi un siglo cada temporada coincidiendo con la llegada de la Semana Santa y la feria de Mairena. Toda una gama de sabores desde los tradicionales tutti frutti, vainilla, fresa o turrón, que contagiados por la diversificación que viene planteando el mercado se abren ahora a un abanico total de 58. De hecho, es norma de la casa incorporar tres nuevos cada año. Éste ha hecho furor por su fuerte demanda uno muy original con sabor a torrijas.

Las cifras hablan del éxito en el balance de resultados, que en 2007 se elevó a la cantidad histórica de 200.000 litros de helados fabricados, con una facturación global entre fábrica y heladerías de 965.000 euros. A partir de ahora, por lo demás, amplían su producción a pastelería, que presentan incluso en surtidos combinados con heladería, de gran aceptación en grandes convites como las bodas.

La producción lineal, otro avance.- Otro de los proyectos de innovación en el horizonte de Miquel es la puesta en marcha de su cadena de producción lineal, que clausurará el actual sistema temporal. Así, la producción se extenderá a lo largo del año aguardando en las cámaras la hora del consumo masivo. Para ello, sumarán a sus instalaciones de 1700 metros cuadrados actuales distribuidas en dos naves, una tercera de 2000 que albergará las cámaras de almacenaje. A la vez, con el material en desuso que poseen crearán "in situ" un mini museo del helado para agasajo de clientes y visitantes, ahora que las ventas también crecen a diario por efecto de Internet (www.heladosmiquel.com).

Toda una gama de helados propios.- Al margen de los propietarios de la sociedad, la empresa Miquel cuenta con 10 empleados en plantilla en su fábrica de Mairena (polígono industrial Los Cantosales), a los que se suman los 25 de la red expendedora. Juntos elaboran y venden tradicionales productos que son ya clásicos en el pueblo, pero que ahora también se baten en el exterior: la leche merengada, el polo de frutas Napolitano, o el limón y el plátano recubiertos por una capa de oblea del color de las frutas que les dan sabor.