(19-mar-2008) La ilusión por el Cautivo se tornó en río de lágrimas

Informa: Chema Cejudo
Damos la vuelta para volver porque Él no ha querido pasearse hoy por Mairena”. Así llamó a retorno el capataz de El Cautivo, Juan Antonio Jiménez, a los costaleros del paso, que desde sus trabajaderas emitían llantos y sollozos sin disimulo. Las imágenes, aún ante el pórtico de María Inmaculada, ni siquiera tuvieron el tiempo suficiente para escuchar completa la primera saeta que Manuel Castulo les dedicaba desde el balcón de la primera esquina que se abre ante templo.

Pasaban las 7 de la tarde, y sólo momentos antes el paso había cruzado el umbral del pórtico de la ermita, envuelto en los aplausos de un público ilusionado con la nueva hermandad de El Cautivo que debutaba este año para llenar de contenido un -hasta ahora- yermo Miércoles de Pasión en Mairena del Alcor. Apenas tres “chicotás” se habían consumado de las decenas que componen un trayecto que aguardaba su ecuador en la plaza del Ayuntamiento ante la capilla del Cristo de la Cárcel, con un saludo a esa imagen.

A pesar de todo, los aplausos de aliento y devoción no quedaron ahogados por la pertinaz lluvia, prorrumpiendo desde la primera levantá, y partiendo al principio desde el interior del templo hacia fuera. Fue así como ocurrió tras sonar por primera vez el percutor del paso, regalo de los hermanos del Cristo de la Cárcel, que incorpora como detalle las cuerdas que simbolizan las ataduras del Señor Prendido. La última chicotá, siempre bajo los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la localidad, la dedicaron “a este barrio, y a este pueblo, cuya gente son lo mejor del mundo como han demostrado con su apoyo”, sentenció nuevamente el emocionado capataz.

Mal apuntaban los augurios climatológicos hacia las 18,30, hora oficial de salida de la procesión, por lo que aprovechando un claro en la lluviosa tarde, la Junta de Gobierno que encabeza José Manuel Navarro decidió dar un breve paseo por la manzana al objeto de colmar las ánsias e ilusiones desatadas en torno a la nueva cofradía, aunque finalmente no pudo ser. Sí se puedo realizar, por contra, el acto de las 16,30, que consistió en el desplazamiento de una comisión de hermanos de El Cautivo junto a diez nazarenos a la capilla del Cristo de la Cárcel con la encomienda de solicitar la venia del Señor de Mairena para procesionar. Protocolo, desde luego, culminado con éxito.

Las lágrimas, tras la frustrada estación de penitencia ya nuevamente dentro del templo, no respetaron edad ni sexo al estallar la emoción por las ilusiones rotas, que tendrán que aguardar un año más. El tiempo, quizás, suficiente, para que estos luchadores hermanos consigan salir la próxima vez ya con su Virgen de la Caridad. Todo ello en aras de la culminación de un proyecto cofrade desarrollado por esta joven y casi paritaria hermandad desde 1994, cuyo zénit alcanzaron el pasado mes de octubre con su reconocimiento como hermandad de pasión.

Características de la procesión.- El Cautivo, de tamaño natural y 1,82 metros de estatura, desfila en su trono acompañado por dos sayones, San Juan y San Pedro. Uno de ellos porta la cuerda de la atadura de Cristo, mientras el otro alumbra el camino con una antorcha. Todo el conjunto es obra del imaginero mairenero Ventura Gómez. En cuanto al paso, aún sin policromar, es neobarroco y ha sido tallado en La Rambla (Córdoba) por Juan Amador García. Incorpora una bella candelería de cuernos de carnero en su caída, que Pedro Benítez Carrión entregó hace sólo unos días. Se trata de un colosal conjunto de 5,50 metros de largo por 2,40 de ancho (como el de Los Panaderos de Sevilla). Iba decorado con claveles rojos, flanqueado por dos policías locales con traje de gala, y porteado alternativamente por una cuadrilla de 104 hermanos costaleros. Todos tuvieron la ocasión de portearlo, al menos brevemente, habida cuenta del escaso trecho recorrido. La joven corporación cuenta ya con una nómina de 1.135 hermanos, siendo el color de sus penitentes blanco y azul oscuro, combinados con el ocre de un cinturón de esparto de 10 centímetros de anchura. Unos nazarenos, por cierto, que no usan guantes.

La hermandad de Huerta Retiro.- Aunque El Cautivo ha iniciado su andadura desde el templo de María Inmaculada por las lógicas limitaciones de los comienzos, se trata de una hermandad vinculada al cercano barrio de Huerta Retiro. Es por ello que sus hermanos se desdicen en agradecimientos a los vecinos del sector donde expondrán en el futuro sus imágenes al culto, al igual que su sede cofradiera. Lo harán una vez logren levantar ambos edificios en los 840 metros cuadrados que tienen cedidos por el Consistorio tras el colegio de la zona.