(12-dic-2007) Calixto Sánchez publica un libro de cuentos poco después de su disco nuevo

Informa: Chema Cejudo

Coincidiendo con las fechas navideñas, tan indicadas para regalar, sale al mercado el libro infantil "La hormiga lectora" (Bosque de Palabras). Con ella, el cantaor de Mairena del Alcor Calixto Sánchez suma a su brillante carrera flamenca la de escritor con una colección de 24 cuentos poemados de variada temática y vivos colores.

Apoyado con bellas ilustraciones de José María Hedrera Román, y el patrocinio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el flamenco maestro (asimismo enseñante en excedencia) dedica la obra a su mujer, otra maestra de largo recorrido en la profesión. De variada temática, la colección se deshace en historias casi siempre animistas, en las que desde "El búho cantaor" hasta "Las golondrinas charlatanas", "El caracol y el viento", o "El lagarto solitario" brindan a los más pequeños y a los menos unas dulces rimas que sin sonar a ripios realzan al genial artista a las más altas cúspides de la literatura infantil. Otro nombre más que sumar a clásicos del género como Gloria Fuertes en el verso o Antonio Rodríguez Almodóvar en la galaxia de los cuentos.

Y todo, en el caso del mairenero, sin pretensión alguna y fruto de la casualidad, ya que la recopilación compendia piezas escritas a lo largo de mucho tiempo, que yacían durmientes en el baúl de los recuerdos, y ahora ven la luz para mayor deleite visual y sonoro del lector. Todo fruto de la espontánea conversación que mantuvo con un gestor editorial. Aunque el acervo escrito del gran lector que es Calixto no se agota con esta edición, ya que posee mucho más material (aunque en prosa) que podria dar sentido a nuevas publicaciones.

En realidad, aunque ante todo y sobre todo el maestro es cantaor, no le son ajenas las llamadas de las musas literarias, que cultiva ya para libro, ya adaptando textos poemados al cante como hizo en su antepenúltimo disco, "De la lírica al cante", donde en un ejercicio de intrepidez se entregó a la tarea de adaptar versos de los autores del 27 a palos del cante, algo que repitió luego en "Antonio Machado, retrato flamenco". Hoy, para su regocijo, aquellos cantes acaban de ser incluidos como parte musical del montaje teatral "Juan de Mairena" que estrenó el dramaturgo Pedro Álvarez Osorio el pasado día 15 en Sevilla. Otro reto del cantaor, felizmente superado.

"Andando el camino", nuevo disco en el mercado.- Al tiempo que su flamante libro, este cantaor que arrancara los vítores del público con aquel fandango de la "negra pena" entre las interpretaciones que le sirvieron para alzarse con el primer Giraldillo de la Bienal del Cante de Sevilla (1.980), vuelve por los ruedos discográficos. Con su nuevo trabajo, "Andando el camino", Calixto Sánchez (que ha perdido la cuenta de si se trata del octavo o el noveno) enfila la senda de la renovación flamenca. Y al respecto sobre la idoneidad o no de hacerlo lo tiene claro cuando afirma que "el flamenco es un territorio muy limitado y de difícil renovación", por lo que infiere que "de igual manera que hay que conocer a los clásicos y saber interpretar todos los palos según el academicismo, si este arte no evoluciona se muere". Todo ello dicho por boca de un "mairenista" confeso no alberga lugar a la duda de la razón. Y aunque la obra está muy lejos de experimentos jazzísticos como los del gaditano Chano Domínguez o de fusión con la música clásica como practica la sevillana Miriam Méndez, no hace ascos a flautas como la de Diego Villegas, piano como el de Gustavo Olmedo, o contrabajo como el de Estanislao Waflar. Por supuesto que no faltan las guitarras flamencas, entre ellas la de su inseparable Manolo Franco unida a las de Eduardo Rebollar y Domi de Morón. Ni tampoco las catañuelas, que pone Yolanda Lorenzo.

Sumando en su haber, además, la firma de casi todas las letras del disco salvo un poema adaptado de cuatro poetas del 27, junto a una composición al alimón con el escritor carmonense José Luis Rodríguez Ojeda. En total, una panoplia de once cantes que van desde la bulería a la malagueña, tangos, seguiriyas, o zambras, entre otros, grabados en directo y del tirón sin tratamientos de estudio.