(14-Oct-2006) Casi 500 Troncosos del origen y la diáspora se encuentran en Mairena



Informa:
Chema Cejudo

Una gran parte del casi centenar de los apellidados Troncoso en Mairena del Alcor ejercieron como anfitriones durante toda la jornada sabatina de ayer para agasajar a sus “primos” (como se denominan entre ellos) venidos de los puntos originarios del apellido en Galicia, sobre todo las localidades de Tuy y Goian, amén de otros lugares de Andalucía y resto de España.

Juntos recorrieron los lugares turísticos de la población especialmente abiertos para ellos para la ocasión por los responsables de la oficina municipal de turismo. Por petición propia escucharon misa en la ermita del Cristo de la Cárcel, el Señor de Mairena, donde tras el oficio les fue entonado el medieval canto del “Santo Dios” por Hilario Jiménez, una de las voces que hace posible su escucha cada procesión del mes de marzo.

Entre “Troncosos” de todas las edades no faltó la presidenta de la asociación matriz de Goian, María José, junto a su esposo Moncho, todo un portento en el ritual de la elaboración de la “queimada”, que se pudo degustar a la caída de la tarde. Otros populares portadores del apellido fueron el masajista del Sevilla F.C., Ángel, la presidenta de la asociación filial mairenera, Ana, y casi todos los integrantes de la saga “Quitapico”, así conocidos en recuerdo de su abuelo José, el popular pionero en la organización de espectáculos flamencos y actividad empresarial cinematográfica en el pueblo, muy recordado en Mairena a pesar de los más de 30 años transcurridos desde su fallecimiento debido a su gracia natural y la gran cantidad de anécdotas jocosas y divertidas que se le atribuyen.

En realidad, todos los Troncoso del pueblo proceden de un único emigrante gallego llegado desde Tuy hace siglo y medio, ligado a la actividad trashumante del ganado. Y aquí se quedó para hacer prole, aunque ahora éstos añoren su origen y lo evoquen al menos por una vez al año.

El gallardete con el escudo del apellido estuvo presente en todos los actos de la jornada, al igual que su reproducción en las camisetas que muchos de ellos lucieron. Se trata de un tronco de árbol enroscado, insertado sobre un escudo con campo azul celeste, a cuyos pies se disponen yuxtapuestas dos hojas de carballo, en tanto lo coronan otras tantas de acebo.

Estas reuniones anuales que cada año se celebran en distintos puntos de España nada tienen que ver con la “Xuntanza” anual que desde 1996 se organiza en la tierra matriz del apellido, Goian. Sí se asemeja a aquélla en el buen ambiente de convivencia y amistad que se disfruta en torno a la comida, bebida y cante; o en los desplazamientos masivos que, aparte Galicia, protagonizan “troncosos” venidos sobre todo de las provincias andaluzas de Sevilla y Cádiz, ricas en presencia del apellido.