(3-Oct-2006) Juanma Castro entra en prisión con dolor y esperanza


Informa: Chema Cejudo

Pasaban las 18,30 de la tarde de hoy martes cuando el mairenero Juan Manuel Castro Garrido cruzaba las verjas de la prisión provincial Sevilla II para adentrarse en el futuro incierto de cumplir el resto de pena pendiente por un delito contra la salud pública cometido en 2002. La justicia marcaba así el devenir incuestionable de sus designios a pesar de que hoy este joven de 31 años está plenamente reinsertado.

Entre lágrimas, sollozos y rostros de pesar de sus amigos y familiares Juanma cruzaba el umbral de la libertad tras fundirse en un fuerte abrazo con su mujer, Eli, una visueña que en el plazo corto de cinco meses le dará un primer hijo que esperan con ilusión. La escena pudo contemplarse mientras los presentes escuchábamos la declaración de amor desconsolada de su compañera en forma de un: “Te quiero”.


Juanma Castro en una visita a las instalaciones de Radio Mairena

Es el suyo un caso que ha despertado gran expectación social tanto en Mairena como en El Viso, donde vive la pareja. Los vecinos de ambas poblaciones, animados por sus amigos y vecinos consiguieron reunir una gran cantidad de firmas que motivaron el que los plenos de ambas poblaciones se sumaran a la iniciativa pidiendo su indulto por unanimidad de los concejales. También el defensor del pueblo andaluz y la consejera para la Iguladad Social de la Junta se sumaron a la petición con posterioridad.

Juanma cometió el error más grave de su vida en 2002 en Tenerife. La edad y las malas compañías le envolvieron en un caso de tráfico de éxtasis como destinatario de un paquete postal descubierto por la policía, del que se declaró destinatario a pesar de ir dirigido a su compañera de entonces. A partir de ahí fue a parar con sus huesos a las cárceles de aquella isla canaria, El Puerto de Santamaría, y Sevilla II por un periodo sumado de casi un año.

La dureza de la vida en estos recintos le hizo meditar hasta el extremo de jurarse que jamás volvería a tropezar en la misma piedra, y así lo ha hecho. Sus abogados le consiguieron una dispensa o suspensión temporal de condena por estar en tratamiento de drogodependencias, que ahora finaliza por lo que debe cumplir el resto de la condena.

Durante este periodo el joven se ha desintoxicado por completo como avala el historial analítico en poder de la Federación Andaluza de Drogodependencias y SIDA ENLACE, y la Federación Provincial de Sevilla Liberación. Además, se ha reinsertado socialmente consiguiendo un trabajo estable como oficial de albañilería, un puesto que ha desempeñado fielmente hasta el mismo día de hoy en la obra que su empresa levanta en La Algaba. Muy emotiva ha sido la despedida de sus compañeros de trabajo hoy, especialmente cuando sus jefes le han explicitado que le conservan su puesto para cuando salga.

Salir, una esperanza que ni el propio Juan Manuel ni nadie de su entorno familiar o de amistades ha perdido en ningún momento “ya que se trata de un caso clarísimo”, asegura él mismo. Un estado de ánimo que refrenda Eli, su compañera, manifestando “que hay algo que la justicia no ha visto claro todavía en este caso tan evidente”, aunque de inmediato apostilla que “seguro que terminará viéndolo pronto”.

De momento, el joven pasará unos días en el módulo de ingreso en tanto se dirime el periodo de rutinario de calificación penal, que todos esperan sea en tercer grado para -al menos- permitirle trabajar y mantener un cierto nivel de vida familiar en estos difíciles momentos de la gestación de su primer hijo. Luego tal vez llegue el ansiado indulto.

Es precisamente en tal sentido que inmediatamente después del internamiento de Juan Manuel en Sevilla II se esperaba la primera reunión entre el director de la prisión y las dos jóvenes abogadas que le asisten, Belén Flores (de Liberación), y Carmen Martínez (de Enlace), dos letradas que llevan años batiéndose el cobre por el caso Juanma Garrido y que tampoco han perdido la esperanza de una resolución favorable, a pesar del duro golpe asestado con el rechazo del indulto por el Ministerio de Justicia.

Minutos antes del ingreso, aún en ausencia del condenado, ambas se manifestaban muy críticas en declaraciones a la numerosa prensa presente (este es un caso que ha generado mucha expectación en los medios) calificando el sistema judicial español de excesivamente rígido y severo para casos como el referido, que ya estarían resueltos favorablemente en cualquier país del entorno. Censuraron igualmente el elevado número de internos en las cárceles del país para un índice delictivo bajo en comparación con los países del entorno. Además, las letradas sostuvieron que el de Juanma Castro debería ser un caso hace tiempor resuelto favorablemente sobre la base de haberse cumplido el principio de reinserción social, objeto último de la justicia.

Tras deshacerse en agradecimientos a todos los que les han ayudado, y de modo particular a ENLACE y LIBERACIÓN, Juan Manuel se lamentó por que “en este caso la justicia no haya hecho justicia” pues él está arrepentido, reconoce su delito y se ha rehabilitado, lo que le llevó a pronunciar un derrotado “ya no se puede hacer nada más sino esperar”. Apostillaba sollozando su compañera Eli con una frase esperanzada: “esta lucha tiene que servir para algo”.