(12-Mayo-2006) OPINIÓN: Es el momento de las Urbanizaciones

Informa: Rafa Arispón

Algunas de las urbanizaciones maireneras viven últimamente en un estado de debate continuo en los que la pasión a veces supera los límites del civismo vecinal.

El terremoto de cifras y sobre todo algunos comentarios por otra parte malintencionados pueden dinamitar un delicado proceso de cambio responsable que por fin ha comenzado en estos núcleos urbanos. Para centrar el tema: se trata de que algunas de estas urbanizaciones que actualmente viven en un limbo legal adapten sus infraestructuras a las normas urbanísticas andaluzas, dotándose de unos servicios imprescindibles, como son el agua potable, saneamiento, iluminación etc.

La primera toma de contacto con esta realidad de cambio nos llegó a algunos como un auténtico baño de agua helada, no por no entender la situación, sino por el tremendo esfuerzo que supone para la mayoría de las familias implicadas el desembolso económico al que se tienen que enfrentar.
La realidad vecinal de estas urbanizaciones ha cambiado sensiblemente en los últimos años de desenfreno urbanístico en todo el país. Ahora el que pueda disponer de una de estas "parcelitas" en algunos casos urbana para criar sus dos o tres gallinitas lo tiene harto complicado, entre otras cosas por que podrían ser las "pitas" más caras del orbe. Los precios también se han disparado para estas viviendas que sin duda tienen valores añadidos que difieren de la forma de vivir de la gran ciudad.

En algunas de estas urbanizaciones maireneras hemos pasado en cuestión de pocos años de no vivir nadie durante el invierno hasta ser vivienda habitual en el 60 % de los casos, además con un "tarjet" concreto: familia joven, con hijos que demandan unos servicios concretos.

El nuevo vecino que elige vivir en nuestras urbanizaciones en la mayoría de los casos desconoce el marrón que le dejó el de las gallinitas a precio de oro y de hipoteca de por vida. Su fantástica casita en el campo tiene agua de pozo sin unas mínimas garantías, los vertidos de saneamiento no corresponden con la normativa y sin duda les toca adaptarse a la nueva coyuntura. Es, sin embargo, sorprendente, que una vez que se le explica la importancia de las obras que hay que acometer, (asumiendo el propio vecino el coste de la misma), en la mayoría de los casos las ve como necesarias y prioritarias.

Los vecinos podemos estar dispuestos, debemos asumir el tremendo esfuerzo que nos corresponde conociendo además que no podemos acudir a las administraciones para pedirle los cuartos como a papá en antaño. Pero sí somos conscientes de que tras este esfuerzo las administraciones públicas deben tomar nota para sacarnos de este limbo legal que no beneficia a nadie y que nos perjudica a tantos.

Echando un vistazo al informe que el defensor del Pueblo Andaluz envió al Parlamento de Andalucía, en relación a este tema: (http://www.defensor-and.es/informes/ftp/urbaileg.htm), podemos extraer algunas reflexiones que nos podría iluminar el camino a seguir asumiendo cada uno el papel que estime oportuno y utilizando como faro de guía el argumento único de la responsabilidad.

Es la hora de las urbanizaciones, el Consistorio ha movido ficha, a mi entender de forma coherente y responsable, los vecinos debemos hacer lo propio, y esperemos que podamos acabar con esta situación consiguiendo la plena integración de estos núcleos vecinales en todos sus aspectos, incluidos los de mantenimiento municipal de unas infraestructuras y servicios que tantos esfuerzos nos va a suponer a los vecinos.