(29-abril-2005) OPINIÓN: El Trinadero. Al perro flaco todo son pulgas

Informa: Chema Cejudo

Hace un par de domingos el CD Mairena ascendía a 3ª División tras una temporada envidiable, en la que el club sólo repartido a mansalva alegría y buenos momentos a sus seguidores. Desde esta página de opinión que pretendo convertir en habitual doy mi más sincera felicitación a ese club señero, comenzando por su abnegada y eficaz junta directiva, terminando por su más humilde trabajador o colaborador, y deteniéndome en esa punta de lanza que configuran sus entregados e infatigables jugadores.
Sin embargo, y como contrapeso a tanta alegría, una espina se me quedó clavada en el corazón esa jornada del ascenso frente al Peñarroya: mi emisora, nuestra radio, la de los maireneros, la que domingo tras domingo siguió los avatares del club tanto en ésta como en anteriores temporadas no pudo llevar hasta los cientos (¿o quizás miles?) de aficionados que cada semana laten al ritmo de la narración de Manolo Navarro, Benítez Cubero y Juan Pablo Sánchez el minuto a minuto de tan gloriosa jornada. ¡Qué decepción! Y todo por una avería en los obsoletos y ajados equipos de Radio Mairena, sobre los que en absoluto me atrevo a dar garantías de que no vayan a fallar nuevamente en el momento más inoportuno. Unos equipos -por cierto- costeados en su amplia mayoría por la actualmente lánguida Asociación Cultural La Torre cuando muchos de los que la componíamos aún no habíamos superado el mal del acné juvenil.
Las emisiones recuperaron cierta normalidad a mediodía de la siguiente jornada de lunes gracias a los esfuerzos de Armando Mateo, Eladio Melero, y éste que les cuenta, que debido a su ignorancia técnica lo único que consiguió fue ganarse algún morrocotudo "calambrazo". Decisiva también fue la contribución de mi amigo y excelente persona Rubén Bonilla Tomé, el director de Radio Alcores, que me cedió de inmediato sus equipos de emergencia. Te doy las gracias públicamente, Rubén, y ni que decir tiene que aquí me tienes.
Desde el viernes siguiente, los habituales equipos de nuestra radio volvieron a ser instalados tras su reparación, pero siguen sin repuesto por si fallan, y dada su antigüedad no lo hacen con la calidad que ofrecen el resto de emisoras, a pesar de los 21 años de permanencia que ostentamos como medio en las ondas si sumamos las etapas privada y pública de la radio.
La consiguiente pregunta al socaire de la situación es de puro Perogrullo: ¿Para cuando nuestro Ayuntamiento, que siempre tiene fondos para todo aquello que sus responsables políticos quieren, va a preocuparse junto con las personas que hacemos la radio de elaborar un programa de inversiones que den al traste con tanta precariedad? Creo que con la radio, después de tantos años y comparando con lo que existe a nuestro alrededor, ya va siendo hora de "aflojar la mano". Sobre los motivos por los que este paso no se ha dado hasta ahora no me pregunten, pues aunque tengo mis teorías prefiero reservármelas para mejor ocasión.