Se ha detenido a los dos responsables del taller, interviniéndose 300 kilos de hachís y herramientas y efectos para preparar la roga

La Guardia Civil, en el marco de la 'Operación Torre', ha procedido a la localización y desmantelamiento de un taller doméstico dedicado a la fabricación de dobles fondos preparados Publicidad

para transportar importantes partidas de hachís en vehículos de alta gama, habiéndose detenido a dos personas.

En el operativo, la Guardia Civil ha intervenido cerca de 300 kilos de hachís en el interior de un coche, al que le habían preparado un doble fondo, cuando salía de una vivienda en la localidad de Mairena del Alcor (Sevilla).

Se han intervenido tres coches de alta gama, uno de ellos sustraído en Luxemburgo, un escáner usado para interceptar las frecuencias policiales, un ordenador portátil, más de 9.000 euros, así como herramientas y útiles para preparar el hachís y para adecuar los habitáculos para esconder la droga.

La Guardia Civil ha abortado, supuestamente, el envío de una partida de hachís desde Sevilla y Marsella. Asimismo, se ha llegado a saber que la transacción se iba a materializar en un importante hotel de Sevilla, donde hubiesen quedado vendedores y compradores una vez preparados los vehículos con los dobles fondos.

MOVIMIENTOS EXTRAÑOS Y SOSPECHOSOS

La actuación de la Guardia Civil se inició cuando se detectó una vivienda en Mairena del Alcor (Sevilla) ocupada por varios ciudadanos extranjeros que, en deshoras, realizaban movimientos extraños y reparaciones en automóviles que aparentemente estaban en perfectas condiciones.

En la fase de investigación, la Guardia Civil localizó un Audi A-3, un Wolksvagen Golf y un Toyota Avensis estacionados en el interior de la casa y se descubrió que en el tercero de estos vehículos se estaban haciendo reparaciones en su parte trasera al estar quitándole el paragolpes y manipulando en el interior del chasis.

Del mismo modo, se observaron numerosos y distintos movimientos sospechosos entre los moradores de la vivienda, apreciándose cómo introducían distintas bolsas de viaje en los coches, marchándose en dos de ellos.

Se les interceptó a los conductores de dos de estos coches y se detuvo a uno de ellos, mientras que el otro logró huir al intentar atropellar a varios de los guardias civiles que intervinieron en el operativo.

En este coche se encontró un escáner preparado para oír las frecuencias policiales, numerosos teléfonos móviles, un ordenador portátil, 5.700 euros, un foco de grandes dimensiones para iluminar la playa cuando se alija y sacos de arpillera usados para el transporte del hachís.

Se detuvo al conductor del coche y a su acompañante. En el interior de la vivienda se inspecciona el Toyota Avensis, localizándose un doble fondo con la ayuda de un perro antidrogas de la Guardia Civil, que halló cuatro compartimentos estancos, y ocultos, detrás del paragolpes trasero, lugar donde aparecieron numerosas pastillas de hachís.

Dentro de la casa se localizó una maleta con más pastillas de hachís y diverso material para manufacturar, preparar y acondicionar la droga en los dobles fondos. También aparecieron en la casa 2.645 euros y un coche más, en este caso, un BMW 540, sustraído en Luxemburgo, otro foco de grandes proporciones, herramientas y maquinaria para manipular la chapa de los vehículos (atornilladores, sierras, etc.).

Entre los detenidos, N.H., de origen tunecino, residiendo en Lyon (Francia), de 43 años, y L.A., de nacionalidad francesa, de 28 años, habiendo ingresado en prisión tras las diligencias de la Guardia Civil.

'MODUS OPERANDI'

Respecto el 'modus operandi', la droga llegaba a Sevilla después de alijarla, supuestamente, en las costas de Málaga, desde donde era transportada hasta Mairena del Alcor.

En la vivienda se escondía la droga y se manufacturada para prepararla hasta esconderla en lo dobles fondos de los vehículos. Al hachís se le quitaban los fardos de arpillera, las dobles capas de plástico y de restos adhesivos para prepararlo según los habitáculos de los coches.

Con la droga en los dobles fondos, un coche hacía de lanzadera y con el escáner abierto iba abriendo camino a los otros vehículos de la organización cargados con la droga hasta el Sur de Francia.

A la vivienda de Sevilla llegaban los coches desde distintos lugares de Europa, algunos de ellos sustraídos, y allí se preparaban para no levantar sospechas, mientras que el coche 'lanzadera' era un vehículo 'legal'.