(10 de Agosto de 2001) La ONG Paz y Bien crea una planta de reciclaje de plásticos.

Mairena del Alcor contará a finales de este año con la única planta de reciclaje de poliestireno -un plástico utilizado para el envasado de diversos tipos de productos- de toda Andalucía y en la que la asociación Paz y Bien dará trabajo a 12 personas con algún tipo de discapacidad. La iniciativa corre a cargo de la empresa El Misionero, una entidad formada por cuatro socios que llevan trabajando en el proyecto durante todo un año para conseguir hacerse un hueco en el mercado del reciclaje.

Cada uno de los socios ha puesto el 25 por ciento del capital de la empresa -unos 54 millones de pesetas- y parte de sus recursos. Así, Inserplasa y Juan M. Díaz son dos empresas de tratamiento de plástico que, por ahora, están prestando sus instalaciones para comenzar con los trabajos de reciclaje. El tercero de los socios, Moldplástica es una fábrica dedicada a hacer moldes, que va a asumir toda la producción de la nueva fábrica para realizar los envases. Por último, la asociación Paz y Bien, ha sido la que se ha encargado de formar en el centro de formación ocupacional que la organización tiene en Santiponce a los doce operarios que trabajarán en el reciclado.

La unión de estos socios va a conseguir, según explica el fundador de Paz y Bien, Rafael Pozo, que la fábrica de reciclaje sea una empresa productiva y que en el plazo de dos años dé trabajo a más de una treintena de personas con discapacidad. Pozo señala que la mayor garantía que posee El Misionero es un mercado seguro y con muchas posibilidades de ampliación. De hecho, uno de sus socios va a ser, a su vez, quien asuma toda la producción reciclada para, posteriormente, distribuir los envases a sus propios clientes. De esta forma, la planta de Mairena del Alcor no se tendrá que preocupar de conseguir quien compre su producto reciclado.

Por otra parte, Pozo explica que la Unión Europea exige que el 30 por ciento de los envases de este material -que puede ser desde el vaso del yogurt hasta el envoltorio de cualquier medicina- tiene que ser obligatoriamente reciclado y El Misionero es la única planta de toda Andalucía que se va a dedicar a esta actividad. Hasta ahora, explica Pozo, cualquier empresa que tenía que envasar sus productos en este tipo de plástico tenía que acudir hasta una fábrica de Alicante y, a partir de final de año, podrán ahorrarse todo el transporte, así que estamos seguros de que el mercado se podrá ampliar en poco tiempo.

Además de este ahorro, la planta de Mairena pondrá un servicio de recogida diaria de envases usados en diversas grandes superficies y empresas de productos lácteos, entre otras. Este servicio supondrá una ventaja añadida a sus proveedores, ya que no tendrán que almacenar grandes cantidades de envases para su posterior reciclado, sino que podrán deshacerse de ellos diariamente.

Una vez que estos envases lleguen a la planta de reciclaje de Mairena, los operarios se ocuparán de su limpieza y los clasificará según sus calidades. El proceso continúa con un lavado del plástico a alta temperatura y un centrifugado. Por último, se clasifican los restos según los componentes del poliestireno tratado, para dar paso al molido final, en el que aparece el componente totalmente reciclado para volver a utilizarlo como envase.

Una vez que se ponga en marcha la fábrica, El Misionero creará un aula de formación para escolares, con el objetivo de que los más pequeños descubran las ventajas del reciclado y puedan visitar la planta de Mairena del Alcor, para ver de primera mano todo el proceso llevado a cabo por sus operarios, desde que llega el material hasta su transformación final.