CUARESMA DE 2004
EL MUÑIDOR
BOLETÍN Nº 16
mayrena.com


EXTRACTO DEL ACTO DE HOMENAJE A DOMINGO HERNANDEZ RODRIGUEZ,
CON MOTIVO DE SU NOMBRAMIENTO COMO HERMANO MAYOR PERPETUO

Hablar de Domingo en la Hermandad de Jesús – para ensalzar sus méritos y virtudes como cofrade, su disposición y compromiso como cristiano, su pugna por el florecimiento y prosperidad de nuestra Hermandad, su lucha por la concordia y entendimiento de todos los “jesuistas” – es como una ironía, una burla, un sarcasmo.
Domingo ha sido, es y será todo un estamento, toda una institución en nuestra querida Hermandad. No en vano es hijo de Julián de Galo, aquel sublime, excelso y relevante cirineo, el cofrade más digno, fiel y honrado de su Jesús Nazareno y de su Santísima Madre la Virgen de la Amargura.

Domingo, desde muy corta edad, empieza a ser un infatigable colaborador de su padre en todas las tareas de la Hermandad. Se integra en ella, juntamente con un singular e incipiente grupo joven, casi todos de la misma edad, que con gran ilusión, esperanza y espíritu de servicio se incorporan a la cofradía para cooperar y colaborar en todo lo concerniente a la actividad cofradiera. Fueron los que intervinieron en el último tiro de fogueo, ejecutado en la Parroquia y que poco faltó para ir todos a la cárcel. Eran otros tiempos. Domingo viene ocupando cargos de responsabilidad en distintas Juntas de Gobierno durante muchos años. Siendo su padre Hermano Mayor, era miembro de la Junta de Gobierno, como Mayordomo, y anteriormente es miembro activo en todas las Juntas o representaciones de la antigua Hermandad.

A raíz de las nuevas normas diocesanas y la redacción de las actuales Reglas de Gobierno, Domingo se presenta a hermano Mayor en vida de su padre, que por la nueva normativa no podía continuar de Hermano Mayor, al tener una edad muy avanzada.
Sus intervenciones y actuaciones, en cualquier asunto de la Hermandad, siempre son intencionadas, acertadas y con buen propósito. Es un mediador excepcional, avispado y sutil. Inteligente, ocurrente, fiel y con un concepto muy alto de la justicia, la moral y la ética. Su talante democrático, tolerante y complaciente, no quiere decir, que parezca ser resignado, conformista o sumiso. Su lealtad y honestidad, y su deber de conciencia, lo facultan distinguidamente ante cualquier autoridad. Su honroso y honorable puesto de responsabilidad, confirmado a lo largo de su extensa y dilatada vida cofradiera, lo hacen acreedor de esta alta distinción de nombrarlo Hermano Mayor Perpetuo de nuestra Hermandad.

De todos es conocido su desvelo, trabajo y compromiso con otras hermandades, especialmente con la de los Remedios, en la que siempre ha ocupado cargos de responsabilidad en las Juntas de Gobierno, además de las del Cristo de la Cárcel, Rocío e incluso con la Hermandad de la Patrona del vecino pueblo del Viso del Alcor.
Y es que Domingo, con sus excepcionales dotes como cofrade, une su responsabilidad, con su profunda religiosidad; su espíritu de servicio con su disciplina y abnegación; su sacrificio, con su esplendidez y generosidad; su amor por nuestras tradiciones, con las innovaciones litúrgicas; sus innumerables cargos de responsabilidad, con el engrandecimiento y prosperidad de nuestra institución cofradiera.
Por todo ello, hoy en este almuerzo de hermandad te tributamos este homenaje, como reconocimiento al acertado nombramiento de Hermano Mayor Perpetuo, distinción que te honra como cofrade comprometido. De esta forma, se perpetúa tu presencia activa en nuestra Hermandad por todos los años que te quedan de vida, y que Dios quiera que sean los más largos posibles, para el bien de nuestra Hermandad.

En nombre de toda la Hermandad te damos nuestras más efusivas gracias, haciéndolas extensivas a toda tu familia, por tu abnegada u entregada labor como “Jesuista”.

MUCHAS GRACIAS, DOMINGO.
Mairena del Alcor, 23 de marzo de 2003.