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CASA DEL ARTE FLAMENCO
ANTONIO MAIRENA


La Saeta en Mairena del Alcor
(Extraido del libro de D. Antonio Rincón, Raices Flamencas de Mairena del Alcor. Publicado en 1984)

La saeta que brota en Mairena, espontáneamente, todas las primaveras como el azahar de sus naranjales, tiene aquí el máximo rango y categoría atribuibles a este cante. Mairena canta por saetas como Jerez por bulerías, Triana por soleá o Cádiz por alegrías...

Mairena del Alcor, ha sido junto con Marchena, Puentegenil y Cabra ancestral reservorio del cante por saetas, Y hoy día lo sigue siendo como puede comprobar quienquiera que la visite en su Semana de Pasión.

La saeta de Mairena y suponemos que también la de los otros centros saeteros, nace a partir de aquellos primitivos cantos religiosos o litúrgicos con que el pueblo solía acompañar a las imágenes sacras en el siglo diecinueve e incluso en el anterior y que después de la aparición de los primeros cantes flamencos fue adoptando su música para terminar a principios de este siglo tomando la fisonomía y carácter melódico que hoy tienen.

Se podría decir sin miedo a errar, que Mairena ha dado al mundo de las saetas los mejores intérpretes desde que ésta comenzó a cantarse. Los nombres de algunos de ellos, pilares básicos en la morfología y evolución de la saeta actual, han sido expuestos en un apartado anterior y corresponderían a la primera etapa, muy importante, de este cante.

SAETA MAIRENERA AUTÓCTONA.- Llamada también saeta de Marín, es la más antigua de cuantas se cantan en Mairena. Su música está entroncada directamente con los cantos litúrgicos gregorianos. Cabe suponer que su origen se remontaría al primer tercio del siglo diecinueve e incluso antes, aunque no es posible confirmarlo con seguridad. Sabemos, eso sí, que ya las cantaba Marín el Viejo allá por el último tercio del siglo pasado, lo que nos lleva a pensar que existiría desde muchos años antes. Esta saeta está a punto de extinguirse. Conservo como reliquia las grabaciones de algunos aficionados, que gentílmente me permitieron recogerlas, impresas en una cassette y que son concretamente: Pepito Jiménez, Luis Monte y Manuel Crespo.

Tras Marín, el primero que las cantó. como hemos dicho, hay un apretado ramillete de magníficos intérpretes de esta saeta, como fueron (por orden de antigüedad): Curro de Las Albinas, Zamarra, Pepe Rodríguez, Diego Manolete, Romero, Currindín, Anzúcar, hermanos Coquillas, Trigueros, Gavira Manresa, Justa la Gazpachita, José Monte, Luis Antúnez, Pepito Jiménez, Luis Monte, Nene de la Carliya, Antonio Mairena, Gabino y Manuel Crespo que cierra la lista por ahora.

Las letras de esta saeta hacen referencia exclusivamente a la Pasión de Nuestro Señor. Algunas de ellas se han cantado aquí desde siempre, pero hoy sólo se conservan en la mente de unos cuantos y en el cante de muy pocos. Su estrofa es una quintilla, como todas las demás; he aquí cuatro ejemplos:

Estando Pilatos sentado
en su tribuna escribiendo
una carta le ha llegado
que su mujer le enviaba.
De pronto quedó parado.
Cuya carta le decía:
Hoy llega a tu poder
este Divino Mesías,
tú no lo sentencies pues,
tú no le quites la vida.

Lleva la cara de humilde
, y se dispone a morir
con su Divina Inocencia
sin quejarse y sin pedir
a los tiranos clemencia.

Con qué cariño y desvelo
concluyó toda su obra
el Hijo del Padre Eterno.
Deja a su Madre en custodia
de San Juan... y subió al Cielo.

SAETA REVOLEA.- Es oriunda de Marchena, aunque hoy en día sólo se canta en Mairena. Sería también Marín el Cantaor el primero que la ejecutó dándole carta de naturaleza mairenera. Después llegaría a contar con un excelente número de aficionados que la interpretaron, siendo junto con la anterior la más cantada en épocas pasadas, cuyos nombres son los mismos con honorosas excepciones- que hemos señalado en el párrafo precedente. Es de justicia destacar la recreación que de ella hiciera Justa la Gazpachita primero y Antonio Mairena después.

La saeta revoleá, como la anterior, hace referencia a distintos pasajes de la Pasión:

Cuando la turba romana a voz y grito pedía
que a Cristo crucificaran, Pilatos con sangre fría a muerte lo sentenciaba.
Entre juncos de una fuente un carpintero cortó
ése pesado madero
y al Calvario lo llevó
este Divino Cordero.

Al son de grandes trompetas y un enorme griterío
Jesús con gran paciencia va cumpliendo la sentencia impuesta por los judios.
Cuando Tus ojos lloraban y entre horribles sensaciones
Tus carnes se desgarraban perdonaste a los sayones que en una cruz te clavaban.

SAETA POR SIGUIRIYAS.- Es posterior a las anteriores y se cree que fue Manuel Torre el primero al que se le oyera cantar en Mairena, lo que vendría a confirmar su estirpe jerezana. Así pues, su aparición tendría lugar hacia el primer tercio de este siglo y más concretamente en los años comprendidos entre 1910 y 1920.

A partir de aquí serían muchos los aficionados y cantaores que la ejecutarían de forma extraordinaria. Siguiendo, como siempre, un orden cronológico hasta nuestros días, consignaremos a: Romero, Curriridín, Manuel y Agustín Coquilla, Trigueros, José Monte, Cisquerito, Anzúcar, Pepito Jiménez, Luis Antúnez, Luis Monte, Francisco Carrión «Cancuna», Nene la Carliya, Antonio Mairena, José Morillo, Leocadio Ortega «.Justillo», Homerito, Timoteo Morales, Curro Mairena, Diego Gabino, Juan Mairena, Antonio Camón, Antonio Fuentes, Eulogio Mateos (hijo de Manuel Coquilla), Francisco Jiménez, Niño las Uvas, Titi Cunero, Manuel López «Panzillo>, Antonio Sánchez «El Civilero», Manuel Crespo, Antonio Trozos, Moreno Plancha, Ciriaco Vallejo, Manuel de Otero, Manuel Mairena, Dolores Guerra, Francisco Jiménez Sosa, Pepe Vallejo, Manuel Sánchez Acacio «El Quilino», José Sánchez «El Pelín», Manuel V allejo «Bartolito», Enrique Jiménez, Francisco Miranda «Candilejas», Juan Guerra «Cascabel», Antonio Morales «El Manta>, Antonio Morillo, Antonio Ríos «Currero», Manuel Ortíz, Fernando López «Porrito», Calixto Sánchez, Virtudes Jiménez, Dolores Sánchez, Juan Jimémez Domínguez, Manuel Ortega Sánchez, Juan Manuel Castro Ríos...

La saeta por siguiriyas tuvo su esplendor o época dorada entre los años 30 al 50 y en ellos florecieron la flor y nata de los saeteros de Mairena por este estilo. De entre éstos hubo algunos que eran solicitados para que adornaran con sus saetas las cofradías sevillanas dejando una estela imborrable en la capital. Es el caso de Antonio Mairena y Hornerito que rivalizaron en muchas ocasiones con las consideradas por entonces primeras figuras de este cante: Vallejo, El Gloria, Centeno, Niña de los Peines, El Pinto, Niña de la Alfalfa, etc.

Es la saeta por siguiriyas la más popular de todas, debido a la gran dificultad que entraña su perfecta ejecución para la que hay que tener unas condiciones especiales que no son precisas en las otras.

Antonio Mairena con su voz potente y su dominio que las redobló repitendo el primer verso de salida, una vez acabada la estrofa , la ha puesto tan dificil que sólo está reservada a unos pocos. Hornerito hizo también una saeta de corte propio y gran despliegue melismático, rematándola con un juego gutural impresionante que aún dejando escuela, como la anterior de Antonio Mairena, nadie la ha dicho como su creador.