Hermandad de la Vera-Cruz

HISTORIA DE LA HERMANDAD

Por: Emilia Cubero Madroñal, Mairena del Alcor, Abril 2001

Síntesis Histórica
La fundación de esta Hermandad y Cofradía mairenera data del año 1470, y se debe a la labor de los frailes del convento franciscano de Santa María del Alcor, situado en esta villa, desde donde se difundía el culto a la Vera-Cruz. Es, por tanto, la hermandad penitencial más antigua de esta localidad y la segunda hermandad de Vera-Cruz más antigua de Andalucía, tras su homónima de Sevilla.

Desde el principio y hasta nuestros días se estableció en la Iglesia parroquial de Mairena del Alcor, denominada antiguamente de Santa María del Alcor y en la actualidad de Ntra. Sra. de la Asunción.

De los siglos XVI y XVII, conocemos datos importantes de la vida de la hermandad, tales como su organización interna (Cabildos y Cargos) y actividades culturales y asistenciales.

Citaremos únicamente que en estos siglos la cofradía cuenta solamente con una imagen titular, que es la del Cristo de la Vera-Cruz; que es una cofradía "De Sangre", con participación de flagelantes; que procesiona en la noche del Jueves Santo; que su celebración más importante era, sin embargo, la exaltación de la Santa Cruz el día 3 de Mayo; y que, debido a su vinculación al espíritu franciscano de austeridad y servicio a los demás, es una hermandad que subsiste únicamente de los ingresos por limosnas. Entre sus actividades asistenciales, destaca su colaboración para el mantenimiento, junto con otras cofradías de esta localidad, del hospital o refugio de pobres, llamado de Nuestra Señora de los Dolores, y conocido popularmente como de San Bartolomé. Es de resaltar el pleito que esta cofradía sostuvo en 1673 con otra hermandad de la localidad en disputa por la preferencia en el horario de salida y la exclusividad en el carácter de cofradía de sangre, consiguiendo la hermandad de Vera-Cruz una resolución favorable de la autoridad eclesiástica.

Durante el siglo XVIII, asiste a un auge económico que la convierte en una de las hermandades penitenciales más florecientes de Mairena del Alcor. Esto le permite realizar un mayor número de actividades asistenciales y abordar empresas de gran envergadura como es la construcción de un retablo nuevo para su capilla en el año 1730.

Los datos de que disponemos apuntan a que el Decreto de Disolución de las Hermandades de 25 de Junio de 1783, no afectó a la Hermandad de la Vera Cruz, que continuó con sus actividades normales, si exceptuamos el hecho de que es en este "Siglo de las Luces" cuando se transforma en hermandad "De Luz" por disposiciones gubernamentales de 1777.

La desamortización religiosa de Mendizabal decretada en 1836 que supuso el hundimiento de bastantes asociaciones religiosas (Ordenes, Hermandades,...) no la afectó ya que ésta hermandad carecía de bienes inmuebles, subsistiendo exclusivamente de las limosnas de los hermanos y devotos.

Hacia la mitad del siglo XIX, se hacía necesario el permiso religioso para que las hermandades continuaran con sus actividades. En este sentido contamos con la carta enviada el 3 de Marzo de 1842 dirigiéndose al Señor Gobernador Eclesiástico del Arzobispado solicitando licencia para que pudiera continuar con sus cultos y procesiones, lo cual se concede bajo la responsabilidad del Alcalde de Mairena del Alcor.

Durante la segunda mitad del siglo XIX se produce el cambio de fecha en la salida procesional: pasa del Jueves Santo por la noche, que era la fecha tradicional al Viernes Santo por la noche, que es la fecha que se conserva hasta nuestros días.

A principios del siglo actual ocurre un hecho de gran importancia para la Hermandad: la incorporación como cotitular de la Virgen de la Ancilla. Datos sobre la procesión de la Virgen aparecen desde 1904. Sin embargo, la donación a la Hermandad de la talla por parte de su dueño, D. Elías Méndez Carrión, no se realiza hasta 1921, aunque el documento notarial no se firmaría hasta 1929.

La Guerra Civil afectará extraordinariamente a esta Hermandad, ya que en la noche del 18 de Julio de 1936, se destruyó absolutamente todo lo que poseía: Imágenes, Pasos, Retablo e incluso parte importante de la documentación archivada.

 

Al finalizar la guerra en Abril de 1939, se inician las labores de reconstrucción siendo lo más destacado la adquisición de las Imágenes; la del Cristo procedente de la Hermandad sevillana de la Lanzada, y la de la Virgen, dolorosa que se conservaba en el Convento de las Mínimas de Triana.

En 1940 se incorpora como cotitular a San Juan Evangelista, imagen tallada por Manuel Pineda Calderón.

En la actualidad la Hermandad disfruta de una etapa de florecimiento, que le ha permitido construir una Casa-Hermandad, restaurar sus Imágenes titulares, y realizar un nuevo retablo en madera de caoba con diseño del arquitecto José Manuel Jiménez Jiménez y ejecución de los trabajos en los talleres de Manuel Guzmán Bejarano.