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El Campanillo
Hermandad Sacramental

Edición Digital 2006

ENTREVISTA A DON ANTONIO FERNÁNDEZ MELLADO

Con motivo del cambio de Junta de Gobierno consideremos oportuno oportuno conocer un poco más al Hermano Mayor que se va, y que durante los últimos cinco años ha conducido la nave de nuestra Hermandad. Es don Antonio Fernández Mellado, una persona totalmente "sacramentalista", que ha dedicado siempre mucha parte de su tiempo al bien de esta antigua y devota Hermandad.

Antonio, ¿podrías contarnos cómo entras en la Hermandad de la Sacramental?
Por supuesto, recuerdo que fue mi abuelo Fernando quien me llevaba a los cultos que entonces se hacían. Él era un gran sacramentalista y hermano de toda la vida. Mi abuelo vivía todo lo que era la hermandad con gran sentimiento y corazón, y, poco a poco, me fue inculcando a mí el mismo gusanillo. Yo creo, que él conscientemente me fue entregando su testigo en aquellos años en los que le acompañaba por Carnaval a la iglesia.

¿Cómo vivías tú aquellos cultos?
Con gran devoción, y como curiosidad diré que el único niño que entonces juraba la fe en los cultos fui yo durante bastantes años. Además, aún añoró como ayudaba en todo: repartía las medallas para los hermanos en los cultos; montaba con Angelito Simó las varas del palio; preparábamos los hachones y las velas…

¿Cómo era la procesión del Corpus?
Se pretendía hacerla con la mayor solemnidad posible. Asistían, como ahora, las autoridades y representaciones de todas las hermandades.
Yo, como niño, acompañaba con una vela, cuando ya fui algo mayor pasé, durante bastante tiempo a portar el paso del Santísimo, que como se sabe entonces iba con andas.
Un año, José Arias me confíó, dentro de la iglesia, el Guión procesional pero antes de llegar a la peana ya estaba yo buscando a José para decirle que no podía, de lo que pesaba. Así que volví a las andas. Aunque otras veces, algunos tramos, los hacía con el estandarte de la Hermandad.
Aquellos años el recorrido de la procesión era casi el doble que el actual, pues saliendo de la iglesia, se buscaba la Plaza para subir por la calle Mesones, pasar por la Ermita de San Sebastián y bajar por la calle Arrabal. A lo largo del recorrido el cortejo se paraba en altares y esquinas para las alabanzas y cánticos al Señor.

¿Cómo y cuándo comenzaste a pertenecer a la Junta de Gobierno?
Pues, hace unos quince años me visitaron don Eusebio Pérez y don Manuel Guillén con la propuesta de formar una junta de gobierno que en cierto modo revitalizase a la hermandad, pues ésta atravesaba un mal momento. Era necesario aunar esfuerzos por parte de todos para relanzarla de nuevo. La idea me pareció oportuna, así que visitamos a algunos hermanos más y entre todos nos propusimos dotar a la hermandad de unas nuevas formas más activas y participativas en la vida parroquial.

¿Qué significó esta nueva etapa para la hermandad?
Sinceramente creo que bastante, pues se aumentó considerablemente el número de hermanos; se actualizaron las reglas de la hermandad en sintonía con los nuevos tiempos; se adquirieron nuevos enseres; se restauró la custodia, así como el paso de ésta y de la Virgen del Rosario; se empezó a editar nuestra propia revista; se restableció el jubileo de las cuarenta horas; nos metimos en la adquisición de la imagen del Resucitado; se recuperó con gran dignidad la procesión de San Bartolomé; se comenzó la obra de mejora en nuestra sala en la parroquia, etc.

¿Qué cargos has desarrollado desde entonces?
Al principio, Manolo Guillén me nombró Teniente Hermano Mayor, y así estuve algo más de diez años, hasta que él ya no podía seguir siendo Hermano Mayor. Entonces, después de estudiarse varias posibilidades, la Junta acordó que fuera yo el siguiente. Tuve las dudas lógicas y razonables, pero mi corazón me pedía un esfuerzo más, y con gusto acepté la propuesta de mis compañeros para los siguientes cinco años, que ahora han terminado.

¿Qué se ha logrado en estos años?
En primer lugar, pienso, que se ha consolidado plenamente la hermandad dentro de nuestra parroquia. Los nuevos miembros que entraron conmigo aportan y han aportado muchas horas de trabajo. El proyecto de la sala se ultimó; y nos metimos en la compra de una casa hermandad. La idea de esto último surgió de un grupo de hermanos, concretamente de Manuel Morales, Manuel Florindo y Miguel Guillén, que supieron llevarlo a la Junta y en ella todos nos hicimos con el proyecto, que como es preceptivo fue aprobado por el Cabildo General en su día. Con el tiempo se adaptará la casa a nuestras necesidades y será una hermosa realidad.
Por supuesto, se hizo un gran esfuerzo por parte de todos, los hermanos aportaron cuanto pudieron cuando se les visitó casa por casa; se organizaron rifas; viajes culturales; representaciones de teatro… en fin de todo. En este apartado mi mujer, Mercedes, me ayudó muchísimo... y quiero hacerlo constar aquí. Pues ella, con su trabajo callado y constante con el grupo de hermanas, con las rifas, con los actos culturales para recaudar fondos… supo contagiar a muchas gentes de nuestras ilusiones.

¿Qué le desea a Benjamín?
Lo mejor… Él es joven, conoce perfectamente a la Hermandad, llega cargado de nuevas ideas, y estoy seguro de que mejorará en todo lo posible lo que hemos hecho hasta ahora. A mí me tendrá para todo lo que necesite, pues sigo estando en la Junta.

¿Qué le dirías a los hermanos como despedida?
Pues, en primer lugar les daría las gracias a todos cuantos han ayudado a la Hermandad en estos últimos años, por su trabajo y entrega. También, desearle a la Sacramental el mejor futuro posible con su nueva Junta.
Para terminar, invitaría a todos los hermanos a que leyesen los últimos documentos de Su Santidad, Benedicto XVI, sobre la Eucaristía, razón de ser de nuestra hermandad. Ellos nos acercarán a un mayor conocimiento del verdadero significado de la celebración eucarística, y de esta forma aprenderemos a valorar, celebrar y vivir la Misa como acto central de la vida cristiana. Así, tomaremos conciencia de que Jesucristo en la Eucaristía es alguien que está vivo y real, y se ha hecho para nosotros compañero, alimento, Pan de vida...

LA REDACCIÓN