mayrena.com

El Campanillo
Hermandad Sacramental

Edición Digital

Y DESPUÉS DE LA VIDA... ¿QUÉ?. Alfonso L. Vallejo López
Eso digo yo, ¿qué?, según dicen después de la vida viene lo que llamamos muerte, de la que todos los filósofos, sabios, y en definitiva todos nosotros, tenemos una idea dispar de ella; unos la ven como el final, otros como el principio, unos tienen fobia (tanatofobia), otros la aceptan, incluso también hay alguno que la desea.

Ahora bien, todos estamos convencidos que algún día la encontraremos, lo que no sabemos es cuando, cómo, ni dónde; por no saberlo no lo sabe ni la ciencia, que lo sabe casi todo, ya que meses después de la sepultura, todavía hay células vivas en las uñas o en el cabello.

En cuanto a la mayor incógnita, la de qué habrá después de la muerte, mis creencias y mi fe me dicen que habrá algo, un premio para los buenos o un castigo para los malos, (aunque lo del castigo me cuesta creerlo, siendo Dios tan misericordioso); pero mi razón hace a veces que dude, también la duda es positiva, incluso que llegue a la posibilidad de la NADA, que como muy bien definió una niña pequeña, es un cuchillo sin mango al que le falta la hoja de acero afilada.

Pero bueno, dejemos eso en manos de Dios, y que él decida el futuro de la muerte, como hace con el futuro de la vida. Por eso, yo creo que no debemos preocuparnos por lo que vendrá después, sino por lo que soy ahora; porque como escuché relatar en una entrevista que le hicieron a Dios, en la cual le preguntaron, qué era lo que más le sorprendía de los hombres, dijo (entre otras cosas): "Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que no viven ni el presente ni el futuro; y que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido".

Así que aceptemos la muerte como algo que ocurrirá, es más, considerémosla como algo que ocurrirá pronto, y vivamos lo mejor posible hasta que llegue ese día (esto lo pueden corroborar las personas que han estado a punto de morir y luego valoran mucho más lo que tienen y lo que son). En definitiva, vivamos como si fuéramos a morir hoy, no mañana, es decir, vivir lo mejor posible el momento (carpe diem) y no agobiarnos con el futuro, pero atención, vivir lo mejor posible significa vivir como Cristo: amando a los demás, comenzando por nosotros mismos, valorándonos como lo que somos (supermanes); dejar a un lado los juicios, pues si no seremos juzgados, aliviar las cargas de nuestro prójimo, en definitiva, hagamos de este siglo el escenario de tanta justicia pendiente.

Pero ojo, no vivamos "lo mejor posible" para conseguir el premio (cielo) o de cara a la galería, hagámoslo de manera altruista (sin recibir nada a cambio), y si viene el premio pues mejor; hagámoslo porque nuestra conciencia, (entendiendo yo por conciencia lo que haría Jesucristo en cada momento), o nuestro corazón nos lo diga, hagámoslo por amor. Ya sabemos todos que esto es muy difícil, pero es como todo, cuestión de intentarlo y de practicar (como los ejercicios de mates del cole o como el esquí).

También hay otra opción, creer que esta vida es un sueño, pero para los que piensan así, recordad, como dijo Calderón de la Barca "ni aún en sueño se pierde la idea de hacer el bien".

Eso sí, si usted me lo permite, le pediría una pequeña cosa, que a la vez, es la más grande: no olvide nunca y téngalo siempre presente que hay una persona que ha resucitado, que ha vencido a la muerte (nunca mejor dicho), él es el amigo Jesucristo. Pero ojo!!!, "para vivir la resurrección de Cristo, antes hay que entender su muerte" - San Francisco de Asís -, por eso yo pienso que debemos creer en un Dios vivo y no en un Dios muerto, (como algunos se empeñan en creer), y creer en ese Jesús Sacramentado que se paseará por las calles de esta villa el día 2 de junio.

Para finalizar solo resaltar una cosa: CRISTO VIVE, y nosotros también.