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CIEN IMÁGENES PARA UN SIGLO
(Edición Digital)


Manuel Gavira Mateos

CAPÍTULO 6º OTRAS PROCESIONES

"Desde la Plaza contemplo, calle Arrabal arriba, una doble hilera
de siluetas humanas con un festón de luces a la altura de las rodillas.
Entre cánticos lejanos van doblando una esquina…".

José Jiménez Sutil

En primer lugar, debemos hacer referencia en este capítulo a la devoción tan arraigada en nuestro pueblo al Cristo de la Cárcel. Se remonta su origen a finales del siglo XVII, cuando unos hechos milagrosos realizados por tan venerada y santa Imagen, según la tradición traída de América en su día, hizo necesario la construcción de la actual ermita para su culto.

Sus procesiones, a lo largo del siglo XX, han sido dos cada año, se celebran ambas en el mes de marzo: el día 11, para llevar el Cristo a la parroquia, y el 18, una vez concluidos los cultos del quinario en la Iglesia Mayor, de vuelta a su capilla. Por supuesto, se hace con todo el boato que requieren tan significativos traslados por nuestras calles: clero local, autoridades civiles, representaciones de hermandades… y el pueblo entero que en las noches de estos días no quieren dejar sólo al Señor de Mairena.
Hay, también, bastantes testimonios escritos, a lo largo de la historia, de las salidas extraordinarias que ha realizado tan venerada Imagen, bien en rogativas por lluvias o bien para implorarle el final de alguna enfermedad epidémica.

El culto al Cristo de la Cárcel ha provocado muchas tradiciones y prácticas de religiosidad popular en estos últimos siglos, debemos entre éstas, al menos, mencionar las conservadas en las últimas décadas: como las visitas de sus feligreses las tardes de cada viernes del año, para pedirle salud para los enfermos, suerte para los soldados, o buen viaje a los caminantes; o como la inclinación, cada vez más generalizada, de portar en el pecho una medalla del Cristo, al principio en plata y últimamente en oro, que sin duda se ha convertido en seña de identidad del mairenero; o la vuelta al pueblo de cuantos paisanos ya no viven con nosotros y aprovechan estas horas para volver y ver a su Señor; o en el canto del antiguo Santo Dios en la plaza, cuando el Cristo regresa a su capilla, y le llega la hora de despedirse de su pueblo; o la ancestral costumbre de sus devotos de acompañarlo de "grillos", es decir de penitentes, detrás del paso, con hábitos, capuchas moradas y con grilletes entre las piernas, reminiscencia sin duda del origen de su culto en la antigua cárcel del Pósito de Mairena, donde el originario cuadro del Cristo fue introducido por don Juan Tomás de Paz y su esposa doña Marina Palacios, para ser puesto a "vista de los pobres presos para que le sirviese de consuelo", como ya dijimos a finales del XVII.

También hay referencias escritas de la cantidad de exvotos que había en las paredes de la sacristía de su capilla a mediados de siglo, hoy tan sólo quedan dos mudos testimonios de éstos en la citada dependencia.


Foto nº 50, Manuel Gavira Mateos. 1980.

La Virgen de los Remedios fue reconocida y nombrada, oficialmente, como patrona de Mairena por un decreto promulgado por el Señor Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, en el año 1991. Con este trámite canónico se saldaba una deuda histórica con sus devotos, que siempre la proclamaron Madre Protectora de nuestro pueblo. Por la tradición oral sabemos que esta imagen de la Santísima Virgen se veneró, al principio, en la Capilla del Palacio de la calle Real. Pasado el tiempo el Duque de Arcos, heredero de los Ponce de León, trasladó la Virgen a la ermita de San Sebastián, donde se fundó una Hermandad para su gloria en el año 1673.

Los cultos a Nª Sª de los Remedios y Sebastián se han celebrado tradicionalmente en su ermita desde el día 29 de agosto al 8 de septiembre, que es cuando tiene lugar la salida procesional por nuestras calles. Incluso hubo años que no faltaron, con motivo de las fiestas patronales, el alumbrado extraordinario de las calles, conciertos de la banda de música, atracciones de feria, fuegos artificiales, etc.


Foto nº 51. Jernónimo Moreno Carrión, 1950.

También es muy particular de esta Hermandad de la Virgen de los Remedios sus "campanilleros", cuadrillas de hermanos que cantan y alaban a su Virgen con antiguas coplas, que acompañan con el toque melódico de unas campanillas. Se sabe, por tradición oral, que los campanilleros, una vez que conocían las letras a cantar y ensayadas las músicas, recorrían las calles, cantillos y plazoletas por las noches alabando con sus cánticos ancestrales a la Virgen de los Remedios. Estos itinerarios tenían como objeto recoger fondos para la organización de los cultos propios y de la salida procesional. Además, siempre, fueron también por las huertas y caseríos habitados de los alrededores, pues no olvidemos la estrecha relación que une a esta Hermandad con los hortelanos maireneros, y su santo San Sebastián.


Foto nº 52, Barbara Vicente Carrión.

En la siguiente imagen nos encontramos toda una representación de La Virgen de los Remedios, saliendo de la parroquia en el año 1944. Se distinguen, entre los hermanos con varas a José Manuel Guillén, Leocadio Jiménez, Diego Guillén, Antonio Félix Jiménez… con el estandarte de la Hermandad a Domingo Rodríguez… En el fondo las autoridades: concejales, Juez de paz, Jefe de puesto de la Guardia Civil, y a don Enrique López, entonces nuestro joven párroco.

Foto nº 53. Pepa Montera, 1964.

De las otras fiestas religiosas que completaban el año litúrgico de nuestra parroquia debemos recuperar de la memoria histórica la "procesión de impedidos". Ésta se celebraba con motivo de la Ascensión del Señor a los cielos, después de la Semana Santa y antes del Corpus, con una procesión que tenía como fin último llevar la comunión a los enfermos e incapacitados en cama.

En ella tomaba parte todo el clero local (sacerdote, sochantre, sacristán, acólitos…), la feligresía en general y las representaciones de las distintas hermandades y asociaciones religiosas. Las casas se adornaban con colchas y sus fachadas con flores, e incluso acompañaba la banda de música. Por supuesto, tampoco faltaba la representación de la autoridad civil. En este sentido, en el 1903 y como consta en el Libro de Actas de la Corporación Municipal, los curas de la Villa se dirigieron al Alcalde para invitarle junto "a toda la Corporación de su digna presidencia para la procesión que tendrá lugar el domingo próximo a los ocho de la mañana conduciendo a S. D. M. a los enfermos impedidos que quieren cumplir con el precepto pascual".


Foto número 54. Jerónimo Moreno Carrión, 1942

La segunda foto de este apartado (Número 55) corresponde a un grupo de muchachas que alegres acompañaban al cortejo, que baja en ese momento por la calle Arrabal. Aparecen Carmenchu, Carmelita Vara, Carmen Almoril, Carmen Carmona…

Foto nº 55. Carmelita Vara

Uno de los acontecimientos marianos más importante a mitad de siglo fue la organización de la llegada a Mairena de la Virgen de Fátima Peregrina. Una imagen de tan milagrosa advocación recorrió todos los pueblos andaluces a principios de los cincuenta.

El ceremonial fue similar en todos los sitios: se esperaba a la Virgen en la entrada del pueblo, que se engalanada ricamente para la ocasión (arcos florales, banderas, guirnaldas…), así como las calles por donde pasaría el cortejo. La Imagen de la Virgen Peregrina se mantenía un día en cada lugar, donde se organizaban los correspondientes turnos de velas y rezos del rosario. Al día siguiente la Virgen abandonaba el pueblo vecino, que repetía practicamente los actos.

Foto nª 56. Cortejo oficial en la Peana, 1951


Foto nª 57. Calle Mesones.

A principios de los sesenta, y con motivo de las fiestas patronales de San Bartolomé, llega a procesionar, durante unos años, por nuestras calles una imagen de la Virgen de los Reyes. Curiosamente lo hacía en un paso comprado a la Hermandad homónima de Sevilla, que lo tenía para lo cultos de la novena, llevando dicho paso ,entonces, una airosa tumbilla, que parece ser que aún se conserva.

A finales de los ochenta, un grupo de maireneras muy devotas de esta advocación lograron constituirse como Agrupación religiosa, y desde entonces cuando llega agosto se le tributa solemnes cultos, que terminan con la salida procesional del día 15 de agosto.

Aquí aparece con un manto rameado en una casa particular probablemente antes de llevarse a la parroquia, donde estuvo unos años en el lugar que hoy ocupa el altar de Ánimas, antes de instalarse en su hornacina en la ermita.


Foto nº 58. Del Boletín de la Virgen de los Reyes 2002

La última hermandad en incorporarse a nuestro año litúrgico local ha sido la Hermandad de la Virgen del Rocío, que lo hizo en el 1989, aunque antes existiese como asociación.

Con la foto que cierra este capítulo rendimos un pequeño homenaje a un grupo de devotos maireneros que peregrinaron a la aldea almonteña, allá por la década de los treinta, en plena República.


Foto nº 59