CAPITULO VIII

 

M. MORENO 14/04/04 01:58

El sábado las dos parejas habian quedado en la Plaza, iban a ir en el coche de Juan , era temprano, mañana de churros y periódicos en el paseo, pusieron runbo a la vega, hacia la casa familiar quemada.

Los "veteranos" aguardaban, un año más a que llegara el domingo de Ramos, cuando el pueblo, sus imágenes y ellos mismos participaban del misterio y vida de Jesucristo, con enorme devoción, pero ese sábado era distinto.

En el pequeño habitáculo, mientras conducía Lola con cierta torpeza zurda inglesa, decía:

- Debo acostumbrarme a conducir por Aquiles, es lo único bueno que me enseñó mi padre, "el carnet, niña, el carnet", todavía me acuerdo.¡Vaya si me sirvió!. Allá, al principio lo pasé fatal, bueno, nunca llegué a tener coche propio, mi compañera de piso, que conducia fatal... - Lola calló de pronto - Bueno, bueno - siguió airada - ...me lo prestaba...,a veces y ... - La voz se perdió en la esquina de la entrada a la vieja urbanización.

Candela miró a Ernesto por el retrovisor advirtiendo la pausa de Lola, Juan también se sorprendió del quiebro de voz. Candela pensó - ¿Compañera de piso?, Su prima le había contado que vivió en dos casas durante el tiempo que estuvo en Inglaterra, poco tiempo con su amor Bretón, y con una "compañera de facultad" a la que no había mencionado apenas, "compañera de facultad y que era una "fatal conductora" ", ¿Tendría que ver algo ella con esa tarjeta del hospital y la fecha escrita?.

- Bueno, prima - dijo Lola - Allá por la izquierda y aquí por la derecha, pero se llega. Mira, ya estamos, ahí es - Candela apretó con una mano el hombro de Lola y continuo - Joder, la casa cómo se ha quedado.. -.

Todos estaban expectantes con la incertidumbre de encontrar algo en el pozo del viejo molino, en el borde de la finca.

Se acercaron a la entrada del terreno, Candela abrió la verja. Una guardia de naranjos y peones de romero les esperaba tras ella. Cuando se acercaron a la casa, cercano al borde de la nueva carretera, la multitud de nuevas flores en apenas dos semanas de agua poblaban los restos más calcinados. Pasaron con el coche.y no quisieron parar. El dolor tiznaba las pupilas. Ernesto viò por primera vez la casa y sintió un pellizco en las entrañas al divisar el extraño muro que circundaba buena parte de la estructura de la casa quemada y el molino que se adivinaba intacto al fondo, para él no había duda que los extraños labrados sobre los sillares indicaban que incluyendo el desgaste casi todas las piedras presentaban formas de tallado típicas turdetanas, ¿Sería posible que el molino estuviese sobre un lugar santuario?. Volvió en sí porque Candela le agarró una mano.

- Baja, o ¿quieres que esperemos aquí dentro? Te has quedado embobado. Juan y Lola ya están llegando. Venga, voy a coger las linternas y la cámara, te cuento, el pozo está seco desde hace años, ya sabes lo de siempre aquí, unos sacan antes y más que otros y al final para nadie, ¿ves? ,el pequeño arroyo dejó de ser suficiente para el molino ...-

Ernesto se quedó atónito al contemplar de cerca el hueco del pozo. Con las encaladas paredes como fondo, el círculo se rompía por una escalera de metal, de donde colgaba maleza descontrolada, húmeda por la oscuridad. Juan y Lola miraban hacia el interior. Llegó Candela y dijo:

- Acercarse un momento, os quiero hacer una foto -

Todos se agruparon y tras sentarse sobre unas piedras gruesas de alcor esperaron al flash, pero no llegaba y tras unos segundos Candela, botonando tras la cámara, dijo:

- No me lo explico, juraría que antes, en la plaza, estaba a tope de batería y ahora me impide hacer fotos, ¿no es extraño? a ver si es por aquí...no ¡no! y ¡no! - siguió con los botones desesperada - Lola, recuerdas que te enseñé la que te hice con Juan, pues se ha borrado.. - calló para concluir exclamando - Pues empezamos bien. -

Irma "la dulce" 15/04/04 19:52

Mientras Ernesto y Juan sacaban del coche el material de escalada Lola y Candela fueron inspeccionando lo que quedaba de la casa

- Esta hecha una pena - dijo Candela

- Calla, que me voy a poner a llorar, no te puedes imaginar la de recuerdos que se han quemado con esta casa - Le respondió Lola.

- Ya, pero ahora no podemos hacer nada, a menos que... - Candela miraba con una cara extraña las cenizas

- Que.., ¿Qué?, sigue Candela -

- No, nada, son solo fantasías, además ahora que estamos solas, me tienes que contar que es lo que paso en Londres y porque fuiste al Hospital, ya me he dado cuenta que tiene algo que ver con tu "compañera de la facultad" - Le respondió Candela, enmarcando con las manos la frase como si dibujara comillas en el aire.

- ¿ Se me ha notado, no? - Lola se estaba ruborizando

- Vamos que tontos no somos y a ti eso de mentir se te ha dado siempre muy mal. Vamos cuenta - Le insistió.

- Mi "compañera de la facultad", es Antonio - Soltó Lola

- ¿Que Antonio? -

- El rubio que estudiaba en la facultad de Idiomas, ese que decía que se parecía a Mickey Rourke en nueve semanas y media -

- Si, si ya me acuerdo, si que era guapo ¿Estabas liada con él? - A Candela se le había puesto una sonrisa que le cruzaba toda la cara, parecía que después de todo su prima no lo había pasado tan mal en Londres

- Pues si, después de lo que pasó con Juan tenia que desquitarme, y me fui a su vivir con él -

- ¿Y? - A Candela parecía que le iba a dar algo de lo emocionada que estaba

- Pues al principio muy bien, pero al final me entere que el muy cabron me la estaba dando con una guarra que tenia por compañera de trabajo - Ahora la que se estaba acalorando era Lola - y al muy tonto nada mas que se le ocurre contármelo cuando estábamos en el coche volviendo a Londres después de haber pasado un fin de semana en casa de ella. Yo, te puedes imaginar, me puse hecha una furia, el se puso muy nervioso y como el imbecil no sabe conducir, pues nos salimos de la carretera y estuve casi dos meses en el hospital con la pierna escayolada - Lola termino la frase sin aire y suspiro como si se acabara de quitar un peso enorme de encima

Candela no pudo aguantar mas y empezó a reírse, Lola que al principio se quedo sorprendida, se dio cuenta de lo cómico de la situación y también empezó a reír. Se reían con ganas, con una risa clara y sincera casi purificadora, una risa que después de todo lo que habían pasado era como un vaso de agua fresca.

Cuando llegaron Juan y Ernesto preguntando que pasaba, volvieron a reírse al ver la cara de sorprendidos que traían los dos.

- ¿Qué pasa? -

- Nada, nada, que me alegro mucho de que estés aquí - Le dijo Lola a Juan y sin pensarlo le planto un beso en los labios.

A Juan casi se le para el corazón, le temblaban las piernas

Lola y Candela cuando vieron su cara, volvieron a reír

M.MORENO 28/05/04 00:04

Al bajar, tuvieron cuidado con el zarzal. El pozo parecía querer engullirlos. Ellas lo conocían bien aunque hacía años que se secó al agotar la fuente, primero bajó Ernesto, y tras hacerlo Juan ambos coincidieron en un estrecho escalón y tras alumbrar hacia un lateral, advirtieron una cavidad. El suelo estaba cubierto de musgo y una pequeña higuera. Sobre las paredes aparecían gruesas puntas y huecos para subir o bajar. Cuando ellas llegaron a la cavidad una sensación extraña embargó a Lola.

- ¿Sabéis cuánto tiempo hace que no piso este suelo ?.- comentó Lola. Candela le cogió la mano y apuntó de manera sorpresiva:

- Prima, mira en la pared, allá al final -

Ernesto y Juan apuntaron hacia la pared de la cavidad, oscura , de unos diez metros y sobre el final se observaba una puerta labrada .

- No recuerdo esa puerta además no era tan profundo supongo que el agua lo habrá abierto.

Tras pasarla Ernesto recorrió una angosta galería, sólo podían pasar de uno en uno en los últimos metros.

- ¡Vaya con el pozo! - dijo Ernesto mientras comprobaba al tacto el techo del túnel-Juan, acércate pasemos al interior, alumbra....

Tras Juan, Candela y Lola se agolpaban para poder ver y escucharon a Ernesto decir en tono de sorpresa:

- Bueno, bueno, - adelantó el cuerpo y expresó - ¡Pasen al baño!.

El resto del grupo vieron a Ernesto sentado sobre un fino escalón de mármol, que recorría la estancia abierta, mucho más grande que todo el anterior visto, la piedra labrada y el suelo de conchas no hicieron dudar, estaban sobre algún tipo de baño, las paredes rezumaban quietud. Ernesto tras salir al automóvil y regresar trajo una potente lámpara que situó en el centro.

Al iluminar vieron una estancia, desigual por los derrumbes pero que en su zona central se advertía diáfana y suficientemente alta para recorrerla. La piscina tenía sobre un lateral ,con profusión de piedras de colores un pequeño pedestal con una hornacina.

Allí se encontraba encajada la virgen-muñequita de los juegos infantiles, la extraña "señora" tan guardada por su tío y ellas sonreían de emoción.

Montse 04/05/04 10:32

- No puedo creer que todavía siga ahí, en su sitio...- Lola estaba muy emocionada, todo aquello le traía muchos recuerdos de su infancia y de su tío.

_ ¡Mira!, ¿Prima que es aquello que hay en la pared?- Dijo asombrada Candela- No lo había visto nunca, parece como algo escrito, pero no se puede entender.

Lola se quedo igual de extrañada que su prima, con todas las veces que había bajado a aquel pozo y es la primera vez que veía aquello, eran unas letras o símbolos, porque eran ilegibles, estaban como marcados en la pared, Juan intento descifrar algo pero era imposible.

- No sé lo que puede ser- dijo Juan- he leído mucho sobre simbología y he visto mensajes ocultos en cuadros, pergaminos.., pero nunca nada parecido, no parece árabe, ni griego, la verdad no me parece ningún idioma, pero estoy seguro de que quiere decir algo.¿ Que piensas Lola ?.

Lola se había quedado muda, no podía entablar palabras, la expresión de su cara lo decía todo, se quedo blanca al ver aquellos símbolos enorme grabados en la pared del pozo, parecía como si algo pasase por su mente en aquel momento, no era la primera vez que veía aquello.

- No sé Juan- dijo Lola un poco exaltada,- Yo tampoco lo ha visto nunca, ¡Vámonos!, No creo que debamos estar aquí más tiempo.

- Que dices prima, como nos vamos a iré sin ver todo esto?, hace años que no venimos por aquí y no pienso irme sin verlo todo y quiero ver lo que pone en la pared, será obra del agua que hace años estaba aquí estancada.-

- ¡Vámonos!, rápido Ernesto recoge las cosas.-

- Pero Lola ¿qué te ocurre?, solo son unos símbolos, que ni siquiera sabemos si quieren decir algo, ¿porque estás tan nerviosa?- dijo Ernesto.

- He dicho que nos vamos y nos vamos-

- Bueno, bueno mujer nos iremos, pero nos tendrás que explicar porque te has puesto así, por unos simples rayones y letras raras en la pared causados por el agua estancada que había aquí en su día; vaya como te pones por nada.

- No Candela, aquí en esté mismo sitio nunca ha habido agua estancada, ni nada, ¿vale?, así que vámonos, no os pongáis más pesaditos.

- Vale prima pero me tienes que contar que es lo que pasa, estoy segura de que no es la primera vez que vez esto y quiero saber que hay detrás de esto y no digas que nada porque la cara que has puesto hija.... ¿nos podemos llevar a la señora?.

- Ni se te ocurra cogerla niña, y vámonos de aquí de una vez.

- Vamos chicos recojan que nos vamos a ver la "burrita" que ya estará en la calle.- Dijo Juan, para quitar importancia a la actitud de Lola

Irma "la dulce" 12/05/04 19:44

Lola estaba sola en la habitación, a oscuras, - Tito - Gritó, por la ventana abierta apenas entraba un poco de la luz que dejaba ver un cielo cubierto de nubes - Tito - volvió a gritar y se sorprendió al escuchar su voz, se miró las manos y lo que vio fueron las manos de una niña. Se toco el pelo y vio que lo tenia igual de largo que cuando tenia doce años.

Se abrió la puerta y detrás apareció una enorme y grotesca figura de proporciones monstruosas bajo una intensa luz roja.

- Te llevare a ti, como me lleve a tu abuelo y me lleve a tu tío, tú eres la próxima - decía mientras se acercaba a su cama.

La habitación se ilumino de repente y vio como las paredes estaban manchadas con líneas y curvas como las que encontraron en la cueva y desde una esquina la miraba su tío con talante sereno -Lola despierta - le decía - Lola, no te asustes, despierta, solo es un sueño - notaba como la sacudía - Lola, despierta, no me asustes que no estoy pa´ sustos - Candela en camisón estaba al lado de su cama le zarandeaba.

Lola, todavía a medio despertar pregunto - ¿Dónde esta el tío? -

- ¿Mi padre? donde va a estar, Lola son las cuatro de la mañana - Contesto Candela -

- No, tu padre no, el tito.... -

- Lola..., has estado soñando...- Candela estaba empezando a preocuparse

- Si, perdona Cande, es que era tan real..., ya se me ha pasado. ¿Te importa quedarte aquí conmigo un rato? Aun tengo el susto en el cuerpo -

- Vale, pero me cuentas que soñabas - Era increíble la energía de esa chiquilla de madrugada y con ganas de hablar.

- Ya sé donde vi las marcas de la cueva, y creo que sé la relación que tienen con la cueva -

- ¿Donde? -

- En el molino donde se ahorco el Tito -

- Pero sí el molino esta encalado -

- Si, pero antes no lo estaba, fue la abuela la que lo mando a encalar después de la muerte del abuelo me acuerdo que el tito me enseño la que quedaban detrás de unas piedras, mañana vamos y te las enseño -

- Hay Lola, que de cosas sabes que no me has contado nunca y que rara estas desde que has vuelto de Londres -

- ¿Tu crees? - Dijo antes de volver a dormirse

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