CAPITULO VI

M.MORENO 18/03/04 23:50

Hashim se levantó del sofá en cuanto escuchó el timbre, los viernes por la tarde, si no había plan, se quedaba en casa. No esperaba a nadie, abrió la puerta de barniz disecado tipo zona nervión y, antes de que se abriera, recibió un impulso hacia dentro que le hizo perder el equilibrio, debió mirar antes por la mirilla. Candela, sin mediar palabra, directamente se echó sobre él, sin mucha violencia, pero con ademán de dejar claro quien estaba sobre quien.

Hashim, sonrió... fue suficiente.

Ambos se fundieron en un beso largo y tranquilo. Los cabellos de Candela, sobre el pecho de él dibujaban serpientes, de pronto, ella reaccionó.

- Hashim, cariño, es mi último beso. He venido para que no me llames. Quiero cambiar. De veras, no hay sitio para tu novia y para mí. Aunque te eche de menos no me convienes,

Tendrías que haberme dicho antes lo de Natalie.

¿Por qué no me invitas a un té?. Tengo tiempo, un taxi vendrá a recogerme. -

- ¡Qué moderna!. Has hablado como la protagonista de las películas que, allá en Marruecos, nos ponían de niño! -

Sirvió el té con la mesura del Atlas, Hashim utilizaba extrañas palabras magrebíes en tono de susurro y ceremonia, la primera gota, candente de la taza, quemó los labios de ambos, tras un momento, la canela cubrió los sentidos.

El sonido del ascensor donde ella regresaba golpeó el pasillo del bloque. Afuera el barrio de Nerviòn se preparaba para la noche del viernes, noches de marabunta.

INES 19/03/04 16:50

Mientras en el taxi, Ernesto esperaba a Lola fumando y pensando en donde podría llevarla después. Era increíble el giro que había dado su vida en pocas horas.

Ernesto era un taxista de poca monta, veinticinco años, moreno y con una misterioso encanto. Culto, muy culto. Licenciado en Historia del Arte pero que al no encontrar trabajo en su ramo, decidió ganarse la vida así, siempre le había gustado conducir. Nunca imagino que el taxi le traería el primer amor de su vida. Con veinticinco años, y aun era el primero.

Tres cuartos de hora mas tarde, Candela volvió al taxi, y decidieron tomar café por allí cerca.

Candela mostró cierta preocupación por la salud de su amigo y le explico a Ernesto que estaba bastante enfermo, sin contarle por supuesto la verdad.

A esas horas en Mairena, Juan seguía buscando a Lola.

- Paca, buenas tardes, perdona que la moleste - Saludo Juan al pasarse por casa de Candela

- Juan, hijo mío tu no molestas - contesto, la abuela, gritando debido a su sordera.

- ¿Esta por aquí Lola? -

- ¿Lola?. No cariño, salió hace unas horas, incluso me supuse que estaba contigo - Contesto sabiendo perfectamente que Juan la buscaría

- Pues no, aun no la he visto. Bueno seguiré buscándola. Y si aparece por aquí dígale...., bueno no..., mejor no le diga que he venido - contesto Juan, intentando evitar que Lola huyese de el.

Se dio la vuelta para buscarla en otra parte. Había pasado por el "Atrezzo" y por la tienda de ropa de su amiga Merche, pero nada. Iba caminando exhausto, casi corriendo, cuando al volver la esquina choco con ella. No podía creerlo

- ¡Juan! - Exclamo Lola al verlo

- ¿Por Dios, no miras por donde vas? - Le recrimino Lola, sin ni siquiera decirle hola.

- Yo también me alegro de verte Lola - saludo Juan tristemente.

El ambiente se congelo. La frialdad del saludo de Lola hacia Juan lo dejo echo polvo.

En la calle vacía, solo un gato en la esquina maullaba bajo un contenedor. Era increíble que después de cinco años sin verse, de dos años de noviazgo, y de toda una vida de amistad, Lola fuese tan fría y distante. Estaba claro que aun no le había perdonado.

Suponía que su estancia en Londres le serviría para eso.

Pero al menos había vuelto, igual, pero estaba aquí.

M.MORENO 20/03/04 12:09

Lola, aturdida y con un ligero rubor, le dijo:

- Juan, no sé realmente si me alegra verte. Ya sé que no tienes que ir más a la Universidad ¿Verdad?. ¿Te sigue llamando "ella", o gracias a tus "ayuditas" y con su título ya ha buscado otros "tallos" que morder?

Juan recordó el desliz de cinco años antes, con una maldita compañera de carrera de un curso menor, bajó la cabeza y antes de responder Lola insistió:

- Ya ves, estaba segura que después de todo lo que paso con la separación de mis padres, siempre te tendría, que aunque fuese duro podríamos estar juntos, tener una casa..., y lo echaste a perder. Cinco años no han cicatrizado la herida. Además he hecho amigos en Inglaterra, he salido.. Soy distinta.¿ Sabes? -

Juan revivió esas semanas que ella le echaba a la cara. Las continuas peleas de los padres de Lola cuando iba a recogerla para salir, la brusca separación, los abogados, el drama familiar, la venta de la casa y el viaje de ella para escapar, todo ello ayudado por la metedura de pata con la antigua compañera de facultad.

- Bueno - Cortó Juan - ¿Cómo estás?, de corazón te digo que también ha sido duro para mí. Te he echado, como no te puedes imaginar, muchísimo de menos. Ni una palabra en cinco años es mucho, sólo las referencia por tu prima y poco más.. - hizo un silencio para continuar y una leve frase salió de la boca, con miedo se atrevió a preguntar;
- ... ¿Te vas a quedar..... mucho tiempo o volverás pronto a Inglaterra?.

Lola, que tenía un poco perdida la mirada hacia el paseo recién restaurado con la fuente, ¡Ah esa fuente!. Allí fue donde Juan se atrevió, por primera vez a besarla.
Giró la cabeza y buscando sus ojos contestó:

- Voy a comprar una casa con el dinero que me dejaron mis padres.-

- Mi madre no va a volver más al pueblo. Está viviendo con otro hombre en Mallorca, seguramente tendré más tiempo para verla ahora. Y mi padre ¿Quién sabe?. Desde que se marchó nadie sabe nada de el, mi tía Paqui me enseñó una caja llena de cartas que le dan a ella por si alguna vez hay oportunidad de entregárselas.-

- Voy a quedarme... eso es, ..-

Lola, se quedó un instante pensando sus palabras.

Juan instintivamente, fue a acariciarla, ella se volvió y le dijo de boten pronto y seria - Juan, quiero ver a mi tío José. Creo que está en el molino, en el cuartucho de la cuadra ¿Me acompañas?. Aún queda luz para llegar y estoy muy preocupada. .- esto frustro su intención.

- Mi tío Juan siente mucha pena por su hermano, dice que nunca saldrá para adelante y ahora el incendio de la casa, le han sacado otra vez las imágenes de lo de mi abuelo - Siguió Lola.

Poco antes de la guerra, el abuelo de Lola, estaba en la cuadra del molino con su hijo mayor, recogiendo a última hora de la noche. José que no le llegaba a su padre ni a la cintura, le esperaba en la puerta.

Al encalomarse a unos fardos, resbaló golpeándose la cabeza, y arrastrando en el desplome una lámpara de petróleo.

Tras el impacto las llamas prendieron en los tablones rápidamente. José se acercó y dando pellizcos a la cara de su padre, que estaba inconsciente, intentó despertarlo.

El fuego y el humo empezaron a cerrarle el paso, tirándole de las piernas pudo, con gran esfuerzo, sacarlo al exterior.
Tosió y quiso gritar pero nada salía de su boca. Un grupo de jornaleros, que iban de regreso al pueblo, alertados por el humo los salvaron.

Desde entonces José tartamudeaba. Esto le hizo rehuir muchos acontecimientos y reuniones, era trabajador pero nunca cuajó con las mozas, se quedó soltero. Ya casi retirado, siempre estaba en su casa, iba poco a la peña y solo la televisión y la huerta le acompañaban, bueno, las perdices seguían con él.

Montse 20/03/04 13:07

Juan acepto a ir con Lola al molino, para poder charlar un rato.

- Lola, cinco años, cinco largos años sin hablar contigo, sin poder pedirte perdón por aquello, no me diste la oportunidad de disculparme y de explicarte lo que verdaderamente paso allí aquella noche, no quiero que me perdones si no lo deseas pero por lo menos que me des la oportunidad de expresar lo que siento y he sentido durante estos cinco malditos años de soledad. -

- Lola yo.... -

- Juan no digas nada por favor, no sé si estoy preparada para escucharte, no sé si me sentiré peor o si me serán indiferente tus palabras. Lo he pasado muy mal por lo de mis padres, después la única persona que podía aliviar mi dolor... no Juan no quiero volver a pasar por lo mismo, ya esta superado o por lo menos eso creo y no quiero volver a pasarlo mal. Estos años en Londres me han hecho más fuerte, ya no soy la niña de antes, he cambiado mucho Juan. -

Juan se quedó destrozado por las palabras frías de Lola, él la seguía queriendo y no podía soportar la idea volver a perderla. No podía decir nada, la miro a los ojos y no pudo contener las lágrimas. Ella tampoco pudo contenerse, rompió a llorar y decidió escuchar

INES 20/03/04 13:37

Le sostuvo la cara entre sus manos, obligándola a que lo mirara a los ojos mientras el se explicaba:

- Lola yo....no me planteo la vida sin ti...y en estos cinco años no me he arrepentido mas que de dejarte escapar. El error fue mío. Aquella noche habíamos bebido mucho.¿Recuerdas? Veníamos de la fiesta de la primavera, con los amigos. Tus padres te llamaron al móvil, y tuviste que volverte al pueblo temprano. ¿No te acuerdas Lola? - le increpaba tristemente Juan

-Juan por dios...-

- ¡No! Déjame acabar - interrumpió - te fuiste, tu padre no quería que tu estuvieses conmigo y por eso te hizo volver al pueblo. La noche antes, por primera vez habíamos hecho el amor. ¿Eso también se te ha olvidado Lola?

Lola no podía responder. El llanto le ahogaba la voz

- Llevabas una señal en el cuello, y tu padre al verla se puso furioso. Eso fue lo que tu me contaste Lola, te dio una paliza por mi culpa, por que estabas conmigo, porque te habías acostado conmigo y el se había dado cuenta... -

-¡Eso fue lo que provoco la separación de mis padres! - exclamo Lola entre lagrimas

- Sí Lola, sí. La paliza hizo a tu madre reaccionar. Yo me sentí culpable, porque si no te hubieras acostado conmigo, si yo no te hubiera dejado esa minúscula señal de pasión y amor que sentía por ti en el cuello, no te habrían pegado ese día, y nada hubiese pasado. Yo sé que tu me culpas por eso también -

- Juan no sigas por favor - Lola apenas podía hablar.

- Lola, me sentí tan culpable. Tan mal. Pensaba que lo mejor para ti era dejarte, vivir tu vida, eso te crearía menos problemas en casa.... -

- Mi madre siempre te quiso, y el resto de la familia..... - le explicaba Lola

- Lo sé, lo sé, pero tu padre no y por eso te trataba tan mal. Me convencí aquella noche, después de que me llamaras por teléfono y me contaras lo que te había pasado, pensé que toda la culpa era mía, por quererte y hacer que tu me quisiera. No podía soportar la idea de no estar contigo, pero sabia que era lo mejor para ti, aunque no para mí..... -

- ¿Y allí estaba ella no? -

- Pues sí Lola. Elsa siempre estuvo detrás de mi y tú lo sabias. Yo me puse a beber mucho. Ella se me acerco y no se como me saco todos mis sentimientos. Le dije que iba a dejarte, que era lo mejor para ti. Ella se aprovecho sabiendo que yo estaba borracho y me beso -

- ¡No me cuentes mas por favor! - Lola intentaba apartarse

- ¡Lola! me beso y yo me deje besar. Pero enseguida me acorde de ti. Y no pude. Me retire de ella. y echo polvo me presente en tu casa y te lo conté. El resto ya lo sabes...- termino Juan mientras le soltaba la cara

- ¡Fuiste un cabron! - Lola se sentó en un banco que había cerca

- Lo sé Lola y lo siento. Por eso te lo conté enseguida, sabia que había hecho mal. No me perdones si no quieres, pero al menos me has escuchado. Tengo que irme, disculpa que no te acompañe al molino - Dijo Juan tristemente

Juan dio media vuelta, y se alejo llorando. Lola seguía sentada en el banco entre lagrimas.

Un tremendo alivio le recorría el cuerpo, aunque triste se sentía bien. Por primera vez le había explicado lo que había pasado.

Los rumores que había en el pueblo, supuestamente infundados por Elsa, de que si había habido sexo entre ellos y mil cosas mas, quedaban desmentidos. Iba a dar la vuelta a la esquina cuando sucedió:

-¡Juan! - era Lola

- ¡Juan vuelve! por favor - exclamaba

Irma "la dulce" 22/03/04 18:57

Se acerco corriendo y lo abrazo - Gracias - Le dijo con los ojos enrojecidos por tanto llanto - Perdóname, ha pasado demasiado tiempo y demasiadas cosas. Ya no quiero llorar mas y he llorado mucho por nosotros. Quiero pensar en ti sin sentirme triste y para eso necesito algo mas que una disculpa o una explicación - Juan nunca la había oído expresarse de esa manera, notaba como su estancia en Londres la había hecho madurar.

- Ya veo que no me quieres ni ver - Contesto Juan derrotado

- No te confundas Juan, no puedo negar lo que siento por ti, pero antes tengo que poner un poco de orden en mi vida. Si quieres, te ofrezco mi amistad y mi cariño, que no es poco, pero no me pidas algo que aun no puedo darte - Esta ultima frase la dijo con una sonrisa que asomaba a su cara

- Lola, tengo un problema - Dijo Juan con una seriedad que nunca antes había visto Lola en él.

- Mas problemas, no me asustes -

- Sé que como me dejes seguir viéndote voy a acabar perdidamente enamorado de ti de nuevo, y esta vez, no va a haber ni nada ni nadie que sea capaz de evitar que pase contigo el resto de mi vida - Lola se limito a sonreír y tímidamente le beso la mejilla.

A Juan, el corazón se le llenó de mariposas que revoloteaban

Capitulo Siguiente